miércoles, 31 de julio de 2013

Grito por justicia

Saludos a todos y todas, esta vez les comparto el grito por justicia de un amigo que ha sido arrestado el día 19 de julio de 2013, durante una marcha pacífica en el departamento de Espirito Santo en Brasil. Raphael “Feijão” es miembro del grupo de cultura Afro Kisile y del Centro de Defensa de los Derechos Humanos de Serra, ES. Es también uno de los 11 “expertos” que en junio de 2013 han formado el Panel de Base, organizado por el Movimiento ATD Cuarto Mundo y el Instituto Raizes en Movimento para pensar la agenda de desarrollo de las Naciones Unidas a partir de la realidad de los más pobres. Nos cuestiona sobre cómo vamos en nuestro país “democrático”. 

Desde Francia, Eduardo Simas


¡Buenos días! ¡Aquí les habla FEIJÃO!
Primeramente quisiera dar las gracias a todos por su cariño, energías positivas y solidaridad. He vivido momentos que nunca esperaba vivir, pero los propósitos de la vida nos son para ser cuestionados, pero sí comprendidos.

Comprendí que tenía que pasar por eso, sentir el dolor de un preso que independientemente del crimen que haya cometido sigue siendo un ser humano y JAMÁS debería estar en un lugar así que deja traumas físicos y psicológicos marcantes y no resocializa a nadie. Es un lugar donde el dolor se convierte en rabia cada día. Así comprendí la definición de “escuela del crimen”.

Comprendí que los agentes también quieren una sociedad mejor y que como muchas otras personas son víctimas de una sociedad que utiliza la violencia para mantener el control social. El poder es muy a menudo utilizado de manera arbitraria y ellos hacen la ley, donde “cada uno es tratado como merece”.

Es raro. Lo peor de todo es estar en este lugar, querer destruir ese mundo y se sentir impotente y no poder siquiera acudir a un pedido de auxilio. Mis pensamientos estaban perdidos, uno no tiene noción de hora, de fecha, he pasado el cumpleaños de mi hijo allá, cumplió 3 años, y ni siquiera podía llamarle. Mi fuerza ha sido mis compañeros de cárcel que se han vuelto mis hermanos, dónde éramos fuerza siempre uno para el otro. Sabía que tenía ahí la función de mantener el equilibrio entre todos, tarea muy, muy, difícil, y, al mismo tiempo, tuvimos momentos fuertes de satisfacción, que serían mucho mejor si no estuviéramos ahí en este lugar.

Comprendí lo que ha pasado en las cabezas de Frei Tito, Geraldo Vandré, mí amiga argentina Ana Caracochi e incluso de la presidente Dilma. No hemos pasado por “torturas físicas” a no ser de estar en este local sucio, lleno de bacterias, etc. Pero la tortura psicológica ha sido demasiado fuerte, los gritos de dolor eran constantes y no salen de mí pensamiento. Es inadmisible el regreso de una categoría de presos que había sido “extinta” con el llamado “fin de la dictadura”. Siempre he escuchado que quedaba algo de la dictadura, pero no, lo que vivimos ahora es una muestra de que la dictadura nunca se acabó, siempre ha estado disfrazada bajo la democracia y ahora quita su disfraz y ataca a la población de una manera cobarde en un aparato policial y medios de prensa expertos en el tema, que son la RED Globo y la Policía Militar!

Comprendí que no podemos dejar que lo que queda de la democracia sea tragado por este gobierno opresor, que esperábamos que fuera popular, que hablase con la población sobre sus expectativas y necesidades. Un gobierno de un ESTADO PRESENTE y no de POLICIA PRESENTE.
Aquí nos llaman vándalos. Aunque yo nunca he roto o atacado nada, entiendo la situación por la negligencia del gobierno hacia el pueblo y su relación cercana con los grandes bancos y empresas. El vandalismo que el gobierno hace en las periferias, en la educación y en la salud pública es inadmisible. Vidrios, aparatos electrónicos y muebles no valen más que la VIDA.

Hoy mí cuerpo está libre pero mi mente no sale de la cárcel. A veces el llanto viene sin que me de cuenta y me quedo pensando que todavía hay 3 compañeros allá. Que la celda ya no tiene 15 personas para que puedan hablar, que ahora están entre 2 y una chica que está sola, sin nadie para apoyarla. Tal vez nunca salgamos de ahí, porque este lugar seguirá existiendo. Lo que han hecho con nosotros es inadmisible.

COMPAÑEROS TENEMOS QUE SACAR NUESTROS AMIGOS DE AHÍ CUANTO ANTES, VAMOS A ORGANIZAR LA MÁS GRANDE MANIFESTACIÓN, PUES LOS DÍAS SE VAN Y CUANTO MENOS GENTE, MÁS DIFICIL ES PARA LOS QUE SE QUEDAN. ESTAMOS HARTOS DE LA CORRUPCIÓN, DE LA COBARDIA DE LA POLÍCIA  Y DE LA DICTADURA.

NO NOS DEJEMOS INTIMIDAR POR ESTOS ACTOS COBARDES Y VAMOS LUCHAR POR JUSTICIA “GOBIERNO DE PATRONES: QUIÉN NO PUEDE CON HORMIGAS NO MOLESTA EL HORMIGUERO”

AXÉ!

lunes, 29 de julio de 2013

Luchando por una vida digna para tod@s

Daniel García
Madrid - España

Podemos erradicar la pobreza”. Desde hace tiempo escuchamos esta frase en relación a diferentes convocatorias, abrazadas a optimistas previsiones que tratan de hacernos entender las razones por las que esta posibilidad es real, y no un mero deseo lanzado al aire. Pero hay una pregunta previa pocas veces planteada en profundidad: ¿Qué es la pobreza? ¿Qué es lo que queremos erradicar?

Los grandes titulares nos explican la pobreza como una cuestión de ingresos: ¿Quiénes son los más pobres? Quienes viven con menos de 1,25 dólares al día. ¿Eso es todo? En nuestra presencia al lado de familias en condiciones muy precarias en España desde hace 20 años hemos aprendido que la pobreza es mucho más que eso, y que es importante escuchar cómo la explican quienes la sufren en primera persona:

La pobreza tiene muchas caras, no tiene una definición en concreto…  Puedes conocer a una familia que sea muy pobre económicamente,  pero es muy rica en compartir y en alegría y en saber vivir con lo poco que tienen.”
Cuando no hay dinero en casa y no hay recursos, se va deteriorando la persona, la familia y todo… y te metes en una bola con toda tu familia, con todo que tengas, y… te dedicas a vivir como puedes, no a buscar un horizonte, no a tirar para adelante, a buscar otras metas…”
Tienes miedo  por  muchas cosas,  y entonces no expresas lo que sientes,  por miedo a lo que te pueda pasar, por ejemplo que te quiten a tus hijos”

Si no tenemos en cuenta estas perspectivas, si no permitimos que quienes la sufren participen en la definición y el desarrollo de la lucha contra la pobreza, nuestras respuestas serán limitadas, algunas incluso contraproducentes. Porque no nos engañemos, bajo este paraguas caben muchas perspectivas diferentes, y a los supuestos “benefactores” les queda muy clara la visión de ellos oculta tras cada una. Podríamos agruparlas en tres grandes clases:

  • Lo más terrible de vivir en la miseria es que te traten como a un enemigo.”: La lucha contra la pobreza a veces es una lucha “contra” los pobres, de la que desgraciadamente tenemos muchos ejemplos: criminalización de sus medios de vida, expulsión de las alternativas de vivienda que encuentran, estigmatización social, etc. Ya se sabe, sin pobres, no hay pobreza.
  • Te dan una ayuda que está llena de condiciones, es como que no confían en que puedes llevar tu casa y tus hijos. No se fían de nosotros porque somos pobres.”: Al reconocer tan sólo las necesidades y carencias de quienes sufren la pobreza y no sus capacidades, se establece una lucha “para” los pobres que trata de resolver las prioridades detectadas por otras personas, reconocidas socialmente como expertas. Esto favorece que se establezcan relaciones de control por parte de quien da la ayuda respecto a quien la recibe, potenciando así la mentira y el engaño. Quien se siente inferior intenta mostrar lo que cree que quiere ver quien concede la ayuda, ocultando algunos aspectos de la realidad por miedo a perder la ayuda o sufrir las consecuencias del control que ésta establece.
  • Quienes viven en la pobreza son capaces de opinar, hablar, pensar, tener proyectos, levantarse, comprometerse, capaces de encontrar a otros y trabajar juntos.”. Es posible y necesario luchar juntos. Es la única manera de conseguir ir hasta el fondo de la problemática de la extrema pobreza. Contar con el saber y la experiencia de quienes viven en la pobreza junto con otros saberes ya reconocidos, como el profesional, el universitario, etc. De esta manera, el objetivo fundamental se desplaza hacia la lucha “con” quienes sufren la pobreza, y no ya sólo para erradicar esta última, sino para buscar juntos respuestas a los diferentes desafíos que afrontamos como sociedad, sin dejar a nadie fuera.


De nuestra búsqueda permanente sobre cómo avanzar en esta tercera línea de “luchar junt@s” nace este proyecto que busca tender puentes entre los esfuerzos transformadores de quienes viven en la pobreza y otros movimientos sociales: Vida digna para tod@s: enredando iniciativas. Para hacerlo posible hemos puesto en marcha un proceso de financiación colectiva a través de la plataforma Goteo. ¿Te animas a participar?

lunes, 22 de julio de 2013

Comercio informal: principal recurso de ingresos para las familias pobres

Saint Jean Lhérissaint
Puerto Príncipe - Haití

En Haití, especialmente en el medio urbano, hay muchas familias cuya sobrevivencia descansa en el comercio informal, lo llamamos «comercio menor ». Hay comerciantes que tienen un puesto en el mercado, otros que venden a domicilio, y otros que son ambulantes. En un país donde el empleo escasea más y más, donde nadie tiene los medios para formarse de manera adecuada para integrarse al mundo del trabajo, el comercio menor es un recurso seguro.

En todos los rincones del país es difícil encontrar una familia que no tenga una historia relacionado con el comercio menor. Gracias a esta actividad, muchas personas logran muchas cosas. Mina, una anciana de 93 años que vende café cada día delante de su casa. Una canasta llena de pan, un recipiente lleno de dulces, una olla de café dulce y espeso, son lo que contiene el comercio de Mina.
Esta mujer tiene 6 hijos, 4 de ellos son universitarios, por ahora todos están casados. Mina explica que comenzó con esta actividad cuando su hijo mayor tenía un mes. En aquel tiempo ella no lograba llegar hasta fin de mes. Increíble pero cierto : fue gracias a este comercio pequeño que ella logró criar a todos sus hijos, alimentarlos, vestirlos, pagar la escuela, pagar gastos de salud cuando ellos se enfermaban, etc... Hoy en día, a pesar de que su situación ha cambiado, ella no puede seguir con este negocio. Este fue solo un ejemplo latente, pero hay muchos hombres y mujeres que, al igual que Mina, a partir de casi nada, logran abastecerse de lo necesario para vivir con su familia. Para lograr vivir día a día, ellos economizan un poco para asegurar la escolarización de sus hijos esperando que mañana las cosas irán mejor si los niños van a la escuela. A veces este comercio menor está compuesto de tan pocas cosas que uno tiene la tendencia a créer que hay un secreto o magia que permite encontrar cosas para vivir. Renovar su stock y cuidar de la casa a la vez, no es simple.

Los pequeños comerciantes no tienen un comercio definitivo, las mercaderías varían según la época. La más pequeña suma de dinero es suficiente para vender cualquier cosa. Hay comerciantes que van muy lejos para comprar sus mercaderías, mayormente lo transportan sobre la cabeza ya que no siempre tienen par apagar un tap tap (bus). Aquí el comercio menor no se hace sin ningún riesgo : se corre el riesgo de ser atropellados por los coches mientras se vende en medio de la calle en las estaciones y los stops. Se corre el riesgo de perder el dinero, ya que hay que correr detrás de los coches por vender o cobrar el dinero por el artículo vendido. Hay también el riesgo ser robado, agredido, detenido, maltratado, etc.

El comercio informal no solo ayuda a quien se dedica a ello ; hay además un rol que se juega en la creación de actividades generadoras de ingresos, se trata pues de un trabajo para la persona que lo practica. En Haití, las pequeñas actividades informales generan más ocupación de aquellas formales del estado. Toda persona que se dedica a una actividad debería ser respetada, animada, destacada porque eso reduce el número de personas que no hacen nada. Cada vez que una actividad puede dar la oportunidad a dos otras personas a integrarse, la tasa de desempleo disminuye.


¿Por qué tanta indiferencia?...

María Luisa Rojas
Guatemala Ciudad

Desde hace varios años tengo la costumbre de aprovechar diariamente el tiempo que paso en el bus para observar y reflexionar sobre la vida… pero desde que empecé a acercarme al Movimiento Cuarto Mundo, no solamente miro las cosas, las personas, lo que sucede, sino que escribo lo que en ese momento viene a mi mente.

Nunca termino de escribir, nunca logro darle forma a todos esos papeles escritos, a esas piezas de rompecabezas que voy coleccionando. Lo que si hago es leerlas, releerlas, y es así como voy formando las diferentes respuestas a las cuales siempre sigue faltándoles una o varias piezas.

Con frecuencia me pregunto, lo que muchos se preguntan: por qué tanta diferencia entre las personas si todos buscamos lo mismo: un trabajo, una familia, una vivienda, un bienestar; por qué tanta indiferencia si todos necesitamos un saludo, un halago, una sonrisa,…

¿Será que no se puede comprender lo que no se ha vivido?... ¿Será que cuando se tiene, se borran todos los sentimientos de cuando no se tuvo?... ¿Será que la propia vida y nuestras necesidades nos ocupan tanto que no nos queda tiempo para ver más allá?... o ¿Será simplemente que la indiferencia ocupa un lugar primordial en la sociedad?

Sea lo que sea, cada vez con más frecuencia, no vemos alrededor, no vemos al que está cerca, no sentimos al que está a la par. Nos comunicamos con facilidad a distancia, conocemos rápidamente lo que pasa en el mundo; los medios de comunicación se encargan de mantenernos conectados al mundo, pero… muchas veces en esta conexión, no encontramos a las personas atrás de la pantalla.

Una de las palabras más utilizadas en los discursos públicos es la “solidaridad”; pareciera que es la palabra de batalla del mundo actual globalizado. Pero, de qué solidaridad se habla si ni tan siquiera nos esforzamos en levantar la vista para ver lo que tenemos enfrente…

La indiferencia llena nuestras vidas, por querer ser diferentes a otros en el actuar, en el vestir, en la forma de vida, en el hablar, sin darnos cuenta, lo que hemos logrado es ser indiferentes. ¿Por qué tanta indiferencia?

martes, 16 de julio de 2013

DEJAR LA FELICIDAD EN BUSCA DE LA “PROSPERIDAD”

Diego Sánchez
Desde Cusco - Perú

Esta es la historia de un pequeño niño del campo, quien tuvo que migrar con su familia a la ciudad en busca de mejores perspectivas de vida. Él solo tenía seis años, edad muy corta pero suficiente para comprender que la situación en la ciudad era totalmente distinta a lo que esperaba. De pronto este sitio se volvió en una selva de agresividad y discriminación que no hizo más que profundizar la humillación de sentirse pobres.

Con el pasar de los años, luego de una lucha casi perdida desde el inicio, la familia de este niño se disuelve, consumida por todo tipo de violencia que acompaña a la pobreza, mejor dicho, es la miseria y la exclusión una situación de violencia en sí.

Más joven, este muchacho se integra a la vida de la calle y el alcoholismo, encontrando familia entre aquellos que comparten un mismo destino, un mismo sufrimiento. Él conoció la mendicidad y el robo, la lucha y la derrota, la ayuda y la indiferencia, el juzgamiento y la comprensión, aunque todo esto parezca paradójico, todas esas situaciones forman parte de su diario vivir.

Pero finalmente, a la edad de adulto, se decide por dejar esta situación, comprende que depende de él dejar esta vida, conoce a la que es su actual esposa y tiene dos hijos por quien ahora lucha y no se deja caer.

Él siempre cuenta su historia con humor, a través de funciones callejeras como payasito, porque solo así puede recordar todo este camino que un día no se decidió a seguir, sino que fue empujado a tomar, por todas las circunstancias y un sistema voraz que devora y pisotea a aquellos que no están adaptados a vivir en un mundo dominado por las posesiones y las posiciones.

Esta es la vida real de una persona, cuya familia se preguntó una vez, hace mucho tiempo ya, si cambiaban la felicidad por la prosperidad, se arriesgaron por la prosperidad, la cual no la encontraron en la ciudad.

Como ésta, las historias se repiten, particularmente en la ciudad de El Alto, la urbe más joven de Bolivia, pero también con mayor crecimiento, una ciudad caracterizada por la enorme cantidad de población migrante del campo. Sus calles y su desorden guarda historias silenciosas de familias enteras que tuvieron que dejar la tranquilidad de sus tierras y sumarse a una población que hoy vive situaciones de humillación y exclusión por aquellos que no comprenden o no quieren comprender la violencia de la pobreza.

Nuestro compromiso es el de hacer conocer estas historias, para que las personas sumidas en la pobreza al menos se sientan orgullosos de pertenecer a una historia, por que como dice Eugen Brand (ex Delegado General del Movimiento ATD Cuarto Mundo): “Una de las peores humillaciones a las que están sometidas las personas que viven en miseria es el de no tener historia, el de saber que su vida y las de sus familiares no cuentan para nada en la historia de la sociedad, necesitamos hacerlos parte de una historia en común, la historia de esta lucha incansable contra la miseria.”1




1 Entrevista con Eugen Brand durante el tiempo de reforzamiento del compromiso del voluntariado el 11 de julio de 2013

Sobre el trabajo decente

Max araujo
Guatemala Ciudad

En 1999, el abogado y diplomático chileno Juan Somavia presentó ante la Conferencia Internacional del Trabajo una definición de Trabajo decente, que fue aplaudida y aceptada. Meses después asumió como Director General de la OIT. En dicha definición indicó que todos los hombres y mujeres deben tener oportunidades de trabajo decente y productivo en condiciones de dignidad, equidad y libertad. Esto provocó que entidades en Guatemala como ASIES, un centro de investigación reconocido, con el apoyo de la de Unión Europea, definiera un sistema de indicadores sobre dicho tema, que puede ser consultado en el sitio

Este estudio permitió establecer, según el economista Luis. F. Linares Lopez, las situaciones existentes en las cuatro dimensiones del trabajo decente: derechos en el trabajo, oportunidades de empleo con ingreso digno, protección social, y tripartismo y diálogo social; que comprende 10 categorías y 44 indicadores. La base estadística fue la Encuesta Nacional de Empleos e Ingresos 2012, la que, según dicho analista, se complementa con otras fuentes como el Ministerio de Trabajo, IGSS y Banco de Guatemala, lo que permitió establecer que el 75 por ciento de los ocupados trabaja en la informalidad, el 24 por ciento de los jóvenes entre 15 y 24 años,(alrededor de 732 mil), no trabaja ni estudia, el 30 por ciento de la población ocupada es en empleo privado, el 15 por ciento es jornalero o peón, y el 31 por ciento trabajador por cuenta propia (estos últimos.1.8 millones). El 54 por ciento de los ocupados es pobre; los ocupados tienen un ingreso promedio de Q 1500 mensuales) en 2012 el salario mínimo es de Q2,040 al (aproximadamente 260 dólares), el 5 por ciento de los asalariados recibió formación profesional en el último año; el 27 por ciento trabaja más de 48 horas a las semana (la jornada ordinaria es de 44 horas semanales). El trabajo infantil abarca el 19 por ciento (casi 600 mil) de los niños entre 7 y 14 años: Se tienen 2,281 accidentes de trabajo por cada cien mil afiliados al Instituto de Seguridad Social, el 48 por ciento de las personas mayores de 65 años recibe una pensión, el 19 por ciento de las personas ocupadas esta cubierta por la seguridad social, y el 1.4 por ciento de los trabajadores se encuentra afiliado a un sindicato.


Estos números nos dan una radiografía laboral de Guatemala, un país con múltiples problemas, entre ellos el de la extrema pobreza. Lejos estamos los guatemaltecos de tener, en términos generales un trabajo decente, es por ello que estudios realizados como el de ASIES, antes explicado, nos deben servir para incidir en quienes toman las decisiones en el mundo y en cada país en particular, y para que nos sumemos a los movimientos de los indignados, para que se generen cambios. No es posible que en el siglo 21, con grandes avances en la tecnología, millones de seres humanos apenas sobrevivan. El caso presentado es el mismo de otros países de América Latina y África  por eso me pareció interesante compartir es este blog los datos de un estudio realizado en Guatemala.

lunes, 8 de julio de 2013

LA MISERIA DE LA MÚSICA

Un aporte de Pierluigi Toso
Italia

¿Qué significa la miseria con referencia a la música y la música con referencia a la miseria?
Por mi experiencia esta pregunta toca un tema considerado muy secundario en comparación con la economía, la cual parece una palabra mágica que gana sobre todo el resto en la cabeza de la mayoría de la gente y de la política, por lo menos en mi país, Italia, y quizá en toda Europa.

Es una evidencia que la música es algo que toca a cada hombre y es también evidente, sobre todo a los ojos de quien ha estudiado seriamente cualquier instrumento o el sistema mismo de la composición musical, cómo el sistema escolástico no ha asumido la importancia social, cultural y económica, de formar por lo menos “las orejas” de los estudiantes. Esa falta es aún más grave en países donde la tradición cristiana, de cualquier confesión sea1, tendría que haber puesto la música como recurso fundamental por la fe, ya que las Escrituras están llenas de música y tienen indicaciones precisas de entonación y de instrumentos utilizados.

Recientes investigaciones científicas demostraron que los músicos pueden encontrar soluciones a los problemas que otros no pueden, porque la música hace desarrollar una parte del cerebro que ninguna otra disciplina toca. A partir de esas consideraciones iniciales y antes de abordar el tema de los que viven en miseria es bueno entender cómo la música misma está tratada miserablemente y esa es la primera razón de la miseria humana con referencia a la misma música.

Es muy evidente que una familia que no tiene recursos para juntar el almuerzo de cada día está excluida de la posibilidad de poner un hijo a estudiar seriamente música2 si eso no está planeado por el Estado y la Educación Pública. Pero todo eso viene de la miseria musical que está en la cabeza de los que podrían introducir la posibilidad del estudio de la música, empezando en la escuela primaria, siendo consciente que la música necesita también de un compromiso de voluntad importante de parte de los niños, porque es cierto que no a todos les gusta estudiar o ir a la escuela, pero es también cierto que si hay buenos profesores es difícil rechazar el aprender.

En ese sentido estoy consciente que necesita una revolución copérnica, porque se necesita cambiar un orden de valor que parece intocable; orden que es una ventaja para pocos y una desventaja para todos, ya que los mismos que piensan en “ganar” pierden en principio, porque ellos mismos se cierran la posibilidad de entrar en un mundo diferente. Y ese discurso no está tan lejos de lo que está escrito en los evangelios cuando Jesús critica duramente a quien no deja entrar a los demás en el reino de Dios cerrando o impidiendo su entrada misma.

A parte de lo negativo que parece surgir de la introducción que acabo de escribir hay también que reconocer cosas positivas con referencia a la música. Por ejemplo: Un proyecto de construcción de instrumentos musicales con material de reciclaje y a partir de eso el nacimiento de una orquesta hecha por gente que vive cerca de basureros. También artistas que utilizaron pistolas, convirtiéndolas en flautas. O miles de músicos, también en mi país, que tocan gratuitamente, o casi sin pensar, en todo el tiempo que cuesta preparar un concierto. Además es cierto que la música no tiene precio, y creo que por eso, cuando uno se sumerge en la música ya no mira el dinero y ese es el mismo mecanismo que uno vive cuando tiene una fe auténtica de cualquier confesión o religión.
Para un europeo como yo, que tuve la posibilidad y la voluntad de estudiar seriamente la música, es casi automático reconocer en los grandes compositores la fe que los empujaba a sobrepasar las dificultades económicas que tuvieron. La música misma tiene el espíritu que mueve la misma fe. Puedo dar el ejemplo de J.S. Bach, para muchos considerado el más grande músico desde siempre, por lo menos en Europa, pero también otros como Beethoven llegando hasta Schömberg, han mostrado claramente su fe.

Está claro a mis ojos que la miseria se puede destruir con la música, porque eso cambia la visión económica de la humanidad y no creo que sea por casualidad que uno de los hombres que afirmó cómo la miseria tiene que ser destruida, fue un literato de nombre Victor Hugo. Las Escrituras dicen que los pobres siempre existirán, así como afirman que el reino de los cielos pertenece a ellos, ese es el punto crítico, saber distinguir entre miseria y pobreza y saber que la pobreza de la que habla el evangelio con referencia a lo ser dichoso, es una pobreza sea material sea de espíritu, una pobreza que pone al hombre libre de una visión económica que lo rinde esclavo. Una pobreza que abre al tiempo de la música. Para destruir la miseria sería “suficiente” convertirla en pobreza. Eso creo, sería un verdadero milagro de humanidad, que está dentro de las posibilidades del hombre.

El cómo destruir la miseria dentro de la realidad de cada país, necesita del aporte libre de todos, los hechos concretos hay que pensarlo en el tiempo y en el espacio que cada uno vive en total libertad, porque la música como la fe no puede ser impuesta para nadie si no que solamente elegida. Seguramente lo que ayudaría mucho es una educación musical, a empezar desde pequeños, por lo menos de todos los que lo desean, y en los niños ese deseo empieza por los padres. Así que se vuelve al principio, al problema de poner personas de cultura musical en plazas públicas que tengan la sensibilidad de universalizar el acceso al estudio de la música, explicando con una obra de divulgación la importancia, también económica, de algo que no está limitado como cualquier recurso material y que al contrario es tan potencialmente indefinido, en cuanto se tenga la voluntad de profundizar en el tema. Además la música enseña también a tocar juntos y ese es el más grande recurso de un pueblo o sea la unidad que puedan alcanzar. No por nada cada país tiene su himno nacional, porque quizá sin saberlo conscientemente cada hombre busca esa unidad en la comunidad de la cual hace parte.

Continuará....


1 Ese tema es muy complejo porque en realidad confesiones como la evangélica luterana tienen la música en seria consideración a la par de la Teología.


2 A pesar de todo, cualquier padre o madre de familia está muy ilusionado de hacer aprender a tocar un instrumento a su hijo. Esa fue también mi experiencia personal a pesar de las condiciones económicas, pero con la posibilidad de una escuela pública, aunque seleccionada.

lunes, 1 de julio de 2013

La pobreza no existe

La pobreza no existe” me dijo un amigo después de haberle compartido una parte de mi trabajo. No tuvimos tiempo de discutir este asunto, sin embargo después de oír estas palabras, de inmediato me vino a la cabeza preguntas como ¿qué es entonces la pobreza? ¿qué indicadores tomar en cuenta para determinar si uno es pobre o no? Me vino también a la memoria recuerdos de gente que conocí en Bolivia, Guatemala y en Filipinas.

Me acuerdo perfectamente de usted doña Rosa, de cómo luchaba por sus nietos, de cómo buscaba ganarse unos centavos caminando con dificultad debido a la herida en uno de sus pies. Me acuerdo de las noches que tuvo que pasar a la interperie, en esa casa a medio destruir en medio del bosque, porque no tenía otro lugar donde ir. Yo rogando para que no llueva, usted diciéndome “no se preocupe seño, si llueve nos cubrimos con algunos nylones..”
Yo preocupada por los niños, de cómo continuarían la escuela... de cómo vivirían en medio de la oscuridad. Usted asegurándome que los niños no faltarían a la escuela (y no faltaron) y que cuando está oscuro es mejor meterse a dormir.
Me acuerdo de su nieto Esvin, de sus ganas de aprender... de cómo, cuando lo botamos de la Casa Cuarto Mundo porque no quería hacer sus tareas, se quedó esperando hasta el final para decirnos “ahora sí quiero estudiar seño...”, me acuerdo de cómo se comía los maíces que usábamos para sumar y restar; y de cómo se me hacía un nudo en la garganta pensando en que seguramente ese día no había comido..... y de cómo poco a poco su nieto Esvin aprendió a sumar y a restar y a leer y a escribir... del brillo de sus ojos cuando por fin podía parafrasear algunos cuentos.

Y me acordé también de ti Jesica. Correteando por todos lados, con el torso desnudo, conocida por todos como la más traviesa, la que no escucha, la que no aprende... “makulit” te decían en tu idioma...
Me acuerdo de las veces que vinimos con libros y cómo éstos te interesaban solo un minuto, después salías corriendo de nuevo a buscar nuevas cosas por hacer... de cómo parecía interesarte más el pedir dinero en la calle que aprender...
Con el tiempo y poco a poco, te quedabas 5, 10, 15 y hasta media hora sentada en la mesa! Quién podría creerlo!! con el tiempo aprendiste a escribir las vocales y con el tiempo a escribir tu nombre y con el tiempo … un día viniste y me regalaste un beso.... todo lo que yo necesitaba para quedarme a tu lado y armarme de paciencia para descubrir todas tus capacidades y talentos...

Me acuerdo de ti Rowelson, vendiendo en las calles todos los días desde las cinco de la mañana hasta las ocho de la noche, siempre sonriendo, evitando que tu esposa trabaje porque hay niños pequeños en la casa.... esa casa en la que cuando entramos no podíamos ponernos de pie, era demasiado bajita para eso, esa casa a la que llegábamos con mucho cuidado, era demasiado oscura... mucho más cuando no había luz....

En ustedes, y en tantos otros que conocí, pensé, cuando mi amigo dijo que la pobreza no existía. ¿Quiénes son ustedes entonces? ¿Bajo qué indicadores tendría yo que considerarlos? ¿Quiénes son ustedes que cada día luchan por sus vidas, por la vida de sus hijos, de sus nietos y de su comunidad? ¿Quiénes son ustedes que cada día sufren desprecios, humillaciones por parte de las autoridades, de la escuela y de sus vecinos debido a su situación? ¿Quiénes son ustedes que no entran en la estadísticas del municipio, del estado, porque carecen de documentos legales que pruebe su existencia? ¿Quiénes son ustedes a quienes se les ha negado todo acceso a sus derechos fundamentales a pesar de que luchan por ellos a lo largo de sus vidas?

A lo mejor mi amigo tiene razón, a lo mejor ustedes no son pobres, no son solo y simplemente eso. Ustedes viven a pesar de los indicadores, trabajan a pesar de ellos y me enseñaron los valores más grandes: solidaridad, confianza, respeto, trabajo, esfuerzo, constancia.... pero tal parece que todo esto no es suficiente para salir de la situación en la que están atrapados... la sociedad sigue señalándoles como pobres y como culpables de su situación.

Negar la pobreza sería también negar su existencia y sobre todo su lucha cotidiana por salir de ella.

Ustedes existen, ustedes cuentan, ustedes todavía pueden inspirar luchas e inspirar a otros para luchar con ustedes para que un día, como dice mi amigo, la pobreza no exista.

Con toda mi admiración
Susana Huarachi Quispe

El Alto – Bolivia