lunes, 25 de abril de 2011

El acceso a la educación no es un derecho, es un sueño.

A principios del mes de marzo muchos padres de familia en el Cusco estaban desesperados al no saber dónde podrían estudiar sus hijos.

En los lugares donde ATD Cuarto Mundo está presente, varias familias muy pobres viven esta misma preocupación pero durante todo el año. Para ellos, la escuela es algo que ayuda a sus hijos a ser mejores en el futuro; los padres siempre nos dicen, “yo no quiero que mi hijo sufra lo que yo he sufrido”, “yo quiero que mi hijo sea mejor que yo” “mi hijo es el futuro para mi familia”. Hoy la realidad para esta gente es que el acceso a la educación no es un derecho, es un sueño.

La experiencia compartida en estos lugares nos permite afirmar que la esperanza de hacer realidad este sueño va perdiéndose de a poco cuando los padres se ven enfrentados a duros obstáculos como el costo de inscripciones y enormes listas de útiles escolares durante todo el año.

No sólo eso, la frustración de no acceder a la escuela se convierte a la vez en miedo y en vergüenza. Y es aquí donde comienza la incomprensión de la sociedad hacia estas familias porque no logran entender lo que sucede.

Desconociendo todas las dificultades a las que se enfrentan, la sociedad termina tildándoles de “padres irresponsables que no hacen nada para que sus hijos asistan a la escuela”

Esta incomprensión recae muchas veces en actitudes sin sentido que en vez de ayudar a los niños destruye: Como si fuera ayer, recuerdo que en el año 2000, en Guatemala, una niña fue echada de la escuela porque le faltaba un botón en su camisa. ¿Es admisible que la falta de un botón en la camisa sea un motivo para echar de la escuela a una niña?

Cuando seamos capaces de ir más allá de “la falta de un botón”, podremos ser capaces de entender los esfuerzos que hacen muchos padres para que sus hijos asistan a la escuela. Estoy seguro que a esta niña la echaron por venir de un Asentamiento, cuya población es muy pobre, y que el botón fue simplemente una excusa.

Para mí la EDUCACIÓN es una de las llaves que hará que un día podamos erradicar la pobreza y la miseria. Pero cada año todavía hay niños que no pueden terminar la escuela. ¿Hasta cuándo?

Un aspecto muy importante dentro del acceso a la educación es la comunicación entre maestros y padres de familia. Siempre tengo presente las palabras de una mujer: “nosotros no nos atrevemos a hablar (reclamar) en la escuela porque si hablamos los profesores toman represalias contra nuestros hijos”.

Cada vez la comunicación entre maestros y padres de familia es complicada. En lugar de hacer un trabajo conjunto, cada grupo (maestros y padres de familia) va por su propio camino y eso dificulta mucho más la permanencia de los niños en la escuela. Hasta que no decidamos trabajar juntos, seguirán habiendo niños que no terminan el año escolar.

Hagamos que el acceso al derecho a la educación sea una realidad, no un sueño.

Guillermo Díaz Linares
Cusco-Perú.

lunes, 18 de abril de 2011

Sin lugar para vivir en tu propia tierra

No sé si más que otros pueblos en el mundo, llevamos sobre las espaldas más de 500 años viviendo el despojo de la tierra. Muchos dicen que nos cuesta mucho superar nuestra cruenta historia, que deberíamos ir hacia adelante. De pronto llega una noticia, no por los grandes noticieros en la televisión, no por las importantes cadenas de radio, llega la noticia por medios alternativos (medios de poco alcance): “Cientos de familias ubicadas en el Valle del Polochic, Alta Verapaz, fueron desalojadas de forma violenta por fuerzas de seguridad pública y grupos paramilitares. Personas particulares armadas con machetes y armas de fuego están atacando a familias campesinas, disparándoles, quemando casas y cosechas. Acaban de informarnos del lamentable fallecimiento de dos campesinos en el área.” ¿Cómo superar algo que todavía vivimos? En pleno siglo XXI familias siguen buscando recuperar sus tierras, tener un hogar, tener donde cosechar, tener donde vivir. La historia parece ensañada con estas comunidades indígenas, que recién salen de masacres en el Conflicto Armado, para pasar a esto (a veces me pregunto si el conflicto realmente terminó o continúa y aquello de los Acuerdos de Paz fue un espejismo).

Protección a la propiedad privada, pero no a la familia, los derechos humanos bajo la lupa

Los campesinos que ocuparon los terrenos en el Valle del Polochic junto con organizaciones de izquierda se levantaron y manifestaron frente a varias instancias de gobierno. Sin embargo, parece ser, que la vida de estas familias campesinas, no es lo más importante para el Estado, lo más importante son los intereses privados de los supuestos “dueños de la tierra” y hoy por hoy muchos se preguntan, especialmente estas familias, quién está junto a ellas para defender sus derechos, ¿en dónde está el Estado que se organiza y vela por el bien común? ¿De lado de quién están las instituciones estatales que velan por los Derechos Humanos en Guatemala? Para obtener más información pueden visitar:

http://www.mayaconic.org/
http://tuvozescomunicacion.blogspot.com/

Desde Guatemala,
Linda García