lunes, 29 de octubre de 2012

¿Quiénes son los protagonistas?


Día mundial del rechazo a la miseria

Hace dos años escribí un artículo que no me animé a publicar. Este año lo he editado para compartirlo con ustedes.

17 de Octubre 2010
En París, donde llega gente de todos lugares, el día mundial del rechazo a la miseria se ha celebrado poniendo en el centro de sus actividades a los jóvenes. Toda la tarde hubo música, hubo también una sesión de Universidad Popular, parece que había mucha gente. Paseando un poco me di cuenta que había actividades para niños, jóvenes y adultos.

Yo iba con mi pequeño amigo (el hijo de una voluntaria), nos acercamos hasta el lugar donde había libros para los niños; cuando llegamos, un cuenta-cuentos terminaba su sesión así que escogimos un libro para mirar. Puedo tomarlo? Pregunté en francés con mi fuerte acento latino, el joven animador no entendió mi pregunta así que tomé el libro y le hice señas, entonces él solo sonrío y se alejó. Otra niña llegó con su familia, esta vez el joven se acercó a platicar con ellos, en francés claro, le ofrecieron una manta para el frío, le mostraron varios libros para elegir, le ofrecieron hasta leer el cuento con ellos.
No porque sea el 17 de octubre las barreras desaparecen…

Más tarde tenía tanto frío que junto con otro voluntario fuimos a buscar un chocolate caliente, cuando me acerqué había gente comprando también, se voltearon, nos miraron y guardaron bien sus bolsillos y sus carteras. Mi compañero, que supongo está “más acostumbrado” que yo, se alejó y me hizo señas para alejarme también…
No porque sea el 17 de octubre la gente deja sus prejuicios…

Después del chocolate caliente me di vueltas por ahí, no recordaba dónde quedaba la placa que conmemora este día, me encontré con otros voluntarios y, al voltear de nuevo, me di cuenta que estábamos muy cerca de la placa; tan cerca que la gente pasaba encima como sin nada.
No porque sea el 17 de octubre la gente deja de pasar como sin nada…

Entonces recordé la vez que me contaron que la réplica de la placa puesta en Coroico (Bolivia) fue quitada por la misma gente de la comunidad. Recordé también que lo mismo sucedió con la réplica puesta en San Jacinto (Guatemala).
No porque sea el 17 de octubre la gente entiende qué significa este día y esta placa…

Durante la ceremonia oficial, mientras una de las autoridades decía su discurso en el Trocadero, un hombre levantó su bandera (supongo que de algún un partido político) para flamearlo lo más alto posible. Otro hombre, representando a familias muy pobres, le dijo: “Baje eso, esto no es una manifestación política, es el día contra la miseria…” el hombre defendía con firmeza el 17 de Octubre.

Al volver a casa, recordé la vez que recibí una carta de una niña de Guatemala. En su carta me contaba cosas de su vida, pequeños secretos. Me contaba también que su hermano había nacido en agosto y que estaba por cumplir tres meses “mi hermano Carlos… ha nacido el día 17, el día del rechazo a la miseria…este 17 de octubre va a cumplir tres meses...” Escribía muy orgullosa.

Octubre 2012
En Manila, el Día del Rechazo a la miseria se ha celebrado el domingo 21 de octubre. Mientras buscaba a la gente para saludar, una pequeña niña de unos 3 años vino corriendo a sujetarse a mis piernas. Era la hija de Lotlot, una mujer de la que, unos días antes, decían que siempre se la invita a participar de este día pero que nunca viene. Recordé la reunión en la que explicábamos por qué a pesar de todo siempre la invitamos y que terminé diciendo “tal vez un día participe, no sabemos”. El abrazo de esta niña fue una respuesta como diciendo “tal vez un día no, este año sí”

No tengo idea de lo que significa el 17 de octubre para ese hombre en París, esa niña de Guatemala y ésta mujer en Manila (los tres venidos de un barrio muy pobre), pero su presencia y sus palabras hacen que este día cobre sentido para mí de alguna manera.
Por que es el 17 de Octubre, hay gente que se levanta, comunica, moviliza, actúa y sigue adelante...


Susana Huarachi Quispe
escrito en octubre 2010 en París, editado en octubre 2012
Manila – Filipinas



lunes, 22 de octubre de 2012

Ida y vuelta

Dani Garcia 
Madrid - España

Si se cumplen las estadísticas, hoy se habrán producido más de 500 desahucios en España. Cuando se lee una noticia así en el periódico, cuesta imaginar todo lo que hay detrás de las frías cifras.

Hace 10 años, desde el Movimiento ATD Cuarto Mundo España, acompañamos la lucha de las familias del Pozo del Huevo por conseguir una vivienda digna, que desembocó en la concesión de viviendas en régimen de alquiler por parte del Instituto de Realojamiento e Integración Social.

Todavía me acuerdo de la emoción con que cada familia preparaba la mudanza, de la alegría al entrar en una casa con paredes y techo firmes, de las esperanzas depositadas en las posibilidades que abría vivir por fin dentro de una ciudad o de un pueblo, de la sociedad reconocida como tal.

Hoy, 10 años después, varias de estas familias ya han sido desahuciadas. Todavía algunas resisten, a trancas y barrancas, con muchas dificultades, siempre con la amenaza de la expulsión sobrevolando alrededor. ¿Porqué estos desahucios? ¿Cómo se han ido construyendo estos fracasos que llevan a la propia institución encargada de velar por la defensa del derecho a la vivienda a dejar en la calle a quienes unos años antes sacó de las chabolas?

Las explicaciones son muchas. Pero generalmente suelen centrarse en señalar a las familias desahuciadas. Se les impone así una doble condena: irse a la calle y cargar con todas las culpas de su situación. Es cierto que hay normas y acuerdos que han incumplido, que hay deudas que no han satisfecho, que en algunos casos hay problemas con los vecinos que no se han llegado a resolver. Tienen su parte de responsabilidad.

Pero no es justo olvidarse del resto de protagonistas de la historia. Para poder entender realmente lo que ha pasado es necesario plantearse cuáles han sido los fallos de las instituciones y profesionales de apoyo a estas familias, qué tipo de apoyos y relaciones se han establecido que pueden haber sido contraproducentes, qué barreras o límites se han impuesto que han terminado asfixiando, qué papel han jugado los vecinos facilitando o dificultando la convivencia…

Resulta profundamente injusto que frente a una realidad tan compleja y desbordante como es la de la pobreza, solo se le pidan responsabilidades a quienes la sufren, y que sobre ellos se centren los castigos. Este camino no lleva a otro lado que a la destrucción de aquello que es más valioso en cada persona.

Un ejemplo concreto lo he vivido hoy, acompañando a una persona a la que obligaban a abandonar su piso. Vaciando su casa, sin darse cuenta, nos iba mostrando a quienes habíamos ido a acompañarla su voluntad de abrirse a otros, de acoger. La casa estaba llena de detalles pensados por si venía tal o cual persona, como reflejo de su esfuerzo por que pudiera ser no sólo casa suya sino casa de todos.

Ahora esta casa está cerrada, y esta persona en la calle. Es evidente que es ella quien más ha perdido, pero no es la única. Todos y todas hemos perdido algo, ya que hay un espacio menos abierto al encuentro con otros. Y al mismo tiempo, todos y todas hemos sido responsables de este fracaso.

lunes, 15 de octubre de 2012

El 17 de Octubre y los ODM’s

Se acerca el 17 de octubre “Día Mundial para la Erradicación de la Pobreza”, también el tiempo avanza y nos acercamos al año 2015, el año en que se tendrían que alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio”.

La buena noticia es que muchas organizaciones y ciudadanos, a lo largo y ancho de este mundo, se han puesto en marcha para contribuir a alcanzar los ODM’s.

La mala noticia es que no los vamos a alcanzar, ni en Guatemala, ni en América Latina y seguramente en el resto de países del “tercer mundo”. ¿Qué quiere decir esto? Que muchas familias pobres siguen llevando el peso de nuestro descuido y de nuestro olvido. No sé si nos damos cuenta lo grave que es esto, en otras palabras, muchos niños seguirán muriendo de hambre, muchos padres y madres no podrán acceder a un trabajo digno, la mayoría de personas no tendrá acceso a la educación… y todo seguirá igual.

Pero esta mala noticia también quiere decir que nuestro trabajo, nuestros compromisos, siguen y tienen que ir en aumento, que debemos de ir a buscar más gente que se comprometa en el cumplimiento de los ODM’s. En esta movilización, desde luego, que en el centro tienen que estar las familias más pobres, su conocimiento, su experiencia, su vida.

En Guatemala hemos estado trabajando alrededor de la meta 1b “lograr empleo pleno y productivo, y trabajo decente para todos incluyendo a mujeres y jóvenes” y en las reuniones en los barrios más excluidos en donde estamos hay algunas palabras de esperanza que nos motivan a seguir adelante, las comparto:

“Uno tiene unas experiencias que si uno se enfocara en las malas experiencias yo digo que ya no hubiera gente en este mundo.” Doña A.

“Por lo que yo ya viví no me gusta que le hagan algo a otras personas.” Doña J.

“Un trabajo digno es donde uno sale con la cara levantada.” Don L.

“Yo quiero que a mis hijas las valoren como mujeres, materialmente y verbalmente.” Doña N.

“Lo importante sería que todos nos pusiéramos la mano en el corazón. Que los más ricos nos reconocieran nuestro trabajo.” Don O.



Linda García Arenas
Guatemala

lunes, 8 de octubre de 2012

La moda de lo “Inteligente”


Hace algunas semanas me topé con una caricatura que hacía referencia a todos los nuevos aparatos electrónicos inteligentes y terminaba con una pregunta muy importante ¿Y por qué no hacemos gente inteligente? Esta caricatura además de hacerme reír me hizo pensar sobre nuestro rol como agentes educativos.

En en efecto, todos nacemos inteligentes, la diferencia se va creando según el medio donde nacemos. Los niños nacidos en familias pobres y extremadamente pobres, como consecuencia de su medio, ya tienen una gran desventaja para desarrollar sus capacidades, la falta de bagaje cultural es una de ellas. Esta carencia hace que no tengan acceso a un conjunto de conocimientos que de manera natural les ayudan a descubrir y fortalecer sus capacidades; lo cual tiene consecuencias en su vida escolar y su vida futura.

La educación es la llave del éxito” es una frase que se repite muy a menudo, lamentablemente para muchos la educación se limita al proceso de alfabetización, y si los niños no superan esta prueba se van quedando atrás. Es el caso de mucho niños de familias pobres. Pero la educación es mucho más amplia que aprender a leer y escribir; significa sacar, extraer, formar, instruir. Entonces para convertir a la educación en una verdadera llave del éxito, tenemos que poner a disposición de los niños una variedad de oportunidades de aprendizaje.

No hace mucho leí un artículo sobre pobreza y educación, en él daban muchas pautas de cómo debería ser un(a) maestro(a) y una escuela en un barrio pobre. Me pareció muy interesante porque animaba a ser una maestro(a) creativo, a ser muy exigentes con uno mismo y con los niños, a mantener las expectativas altas, a no desmotivarse con los posibles “fracasos”.

Me alegró mucho leer ese artículo, mientras lo leía vi reflejadas muchas de las prácticas del Movimiento ATD Cuarto mundo en su búsqueda de oportunidades de calidad para los más pobres.

Así que, por qué no nos ponemos en marcha para dar a todos los niños la posibilidad de desarrollar sus inteligencias.


Charo Carrasco Cuba
Gallup Nuevo México - USA

lunes, 1 de octubre de 2012

LA RAÍZ DEL PROBLEMA


Por: Diego Sánchez
La Paz - Bolivia

En las calles de El Alto y de La Paz, cada vez se respira más violencia, asaltos, violaciones, peleas entre pandillas, etc. Haciendo un análisis de qué tipo de personas son las que delinquen encontramos un patrón en la mayoría de los casos: muchos de ellos vivieron situaciones de violencia física o psicológica en sus casas, falta del padre o madre en sus hogares que genera una pobreza, no de dinero, sino de principios y valores que hacen que una persona sea un aporte y no una carga o un mal para la sociedad.

Miguelito, de 8 años de edad, es el segundo de tres hermanos que vive con su madre soltera y que a estas alturas de su vida no muestra ninguna motivación por los estudios ni por nada: “sólo me quiero morir, no sé para qué vivo” es una reflexión pequeña pero dramática, cargada de frustración, tal vez por la burla de sus compañeros de colegio quienes le hacen ver que no tiene padre o que él se fue con otra mujer, lo cual humilla la dignidad que hasta un pequeño tiene.

Estos conflictos no hacen más que aumentar cuando un niño entra en la pubertad y adolescencia, donde se convierte en un ser tan vulnerable pero también tan crítico de su realidad. Kevin de 13 años nos cuenta: “Mi papá nos pega cada vez que se va a jugar y llega borracho, la golpea a mi mamá hasta romperle la nariz, sólo quisiera ser más fuerte para defenderla” a la vez que sus ojos se van llenando de un odio propio de una persona adulta, ese mismo odio al crecer se convierte en resentimiento hacia su entorno y puede ser causa de agresiones contra él mismo, contra su familia o contra la sociedad, tratando de acallar ese dolor interno ingresando en grupos donde sienta aceptado, pero también apoyado en poder desquitarse con los demás todo lo que vivió de niño o joven.

Esas son algunas de las muestras por las cuales hoy estamos como estamos, con personas sumergidas en el alcoholismo buscando una respuesta en el fondo del vaso a una vida llena de decepciones, todo porque su padre los abandonó a corta edad o, peor aún, porque se quedó en casa a transmitir su desilusión y depresión maltratando a sus seres que dice amar.

No podemos atacar la violencia en las calles buscando parches que indudablemente lejos de ser una solución, se convierte en coadyuvante de la destrucción de esas personas. La raíz de muchos de estos conflictos está por su puesto en el seno mismo de la familia y es ahí donde debemos empezar a unir nuestras fuerzas para generar un verdadero cambio.