lunes, 10 de junio de 2013

Vivir en la oscuridad

María Luisa Rojas
Guatemala Ciudad

Una vez por semana voy a un asentamiento de la ciudad de Guatemala a visitar a familias que viven en extrema pobreza.

Nunca he tomado una foto pero cada vez que voy guardo imágenes en mi corazón, en mi espíritu, en mi pensamiento, en mi propia vida,… Grabo imágenes que se me quedan dando vueltas en la cabeza. Llevo estas fotos conmigo a todas partes y en un momentito libre que tenga, cuando voy en el bus, por ejemplo, las veo y entonces, muchas preguntas vienen a mi mente… preguntas sin respuestas inmediatas, preguntas que, a veces, me quitan el sueño, preguntas que me invitan cada jueves a ir con ilusión al encuentro de alguna respuesta a tanta interrogante, de alguna respuesta que me ayude a entender esta parte de la realidad que me parece incomprensible y que quiero conocer.

Me impresiona mucho en estas imágenes la oscuridad de las casas en las que viven muchas familias y la penumbra en la que siempre se ven las cosas: paredes, techo, suelo, todo se ve del mismo color… color tierra, color sucio, color ollas tiznadas.

Aunque el sol sale para todos, construir casas luminosas es más caro que levantar cuatro paredes con techo de lámina… Una vez más, sin darnos cuenta, de forma inconsciente, espero, en la sociedad “desarrollada” para vivir en comodidad y confort, despojamos a otros de cosas tan valiosas como la luz, el aire, el agua y alimento.

Al no permitir el acceso de ciertas comodidades a todas las personas, no solamente limitamos la calidad de vida, sino que limitamos la vida misma. Matamos la vida.
Dejamos en la oscuridad a muchos niños, y niñas, a muchas personas que sin luz, no podrán brillar, no podrán dar lo mejor de sí, no podrán desarrollarse y crecer a plena luz.

Permitimos que esta vida en oscuridad sea una vida de alejamiento; otorgamos la atribución luminosa al conocimiento y aceptamos la oscuridad como la ignorancia; asociamos la luz con lo bueno y la verdad y dejamos lo malo, la mentira, lo secreto, lo prohibido a la oscuridad…

¿Por qué nos parece normal que en una vida con luz se tenga oportunidad de ser y que en la vida en la oscuridad se tenga que permanecer, como en una madriguera, en la sombra de la sociedad?

Ésta es una de esas tantas interrogantes que vienen a mi mente en esos momentos en los que puedo dejar un poco de lado mis preocupaciones diarias y pensar…, pensar quizá en las cosas importantes en las que deberíamos reflexionar más a menudo, ¡en la oscuridad de nuestra gente que vive en extrema pobreza!

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