lunes, 15 de abril de 2013

Y LLEGÓ LA ÉPOCA DEL MANGO, DE LOS JOCOTES, DE LA SANDÍA, DEL MELÓN!!!!!


Elda García Galindo
Escuintla - Guatemala

¡Me encanta esta época!...
Es la época que en Guatemala podemos disfrutar de mucha fruta…. Los mercados populares nos brindan miles de opciones. Sandías, melones, papayas, jocotes, mangos..

Cuando estoy pensando en esto, es porque para la mayoría de familias a las que conocemos en Escuintla, Guatemala, es una época para aprovechar la cosecha; para negociar, para salir a las calles.. .

Podemos encontrar a niños, jóvenes y adultos que traen canastos o baños repletos de mangos u otra fruta de temporada, para vender. Una persona nos contaba lo que significa “sacar la cosecha”. No es simplemente ir a cortar la fruta…No. Es todo un conocimiento que se ha ganado en años. Desde cómo reconocer la fruta madura, saber cortarla del árbol, colocarla en buena posición dentro del recipiente para que no se estropee junto a los demás, entre otras cosas. Luego no termina allí, hay que trasladarla al lugar donde la comprarán las personas que adquieren por mayor. A todo esto, han pasado la noche entera trabajando para estar justo a las tres de la mañana en el lugar donde lo compran.

Un trabajo informal que como muchos más que conocemos, conlleva un esfuerzo muy grande por parte de la gente muy pobre. Aún así escuchamos a muchos decir que las familias pobres no trabajan, que no quieren mejorar su forma de vida, haciendo así una generalización bastante injusta.

Hacer estos comentarios, es pasar por alto los sacrificios que viven las personas. Es no estar conscientes de los detalles que están detrás del simple hecho de ver a un vendedor de granizadas o de helados, o de verdura, caminar TODO EL DÍA bajo el sol, sin haber comido nada o muy poco, gritando, ofreciendo su mercadería. El calor, el cansancio, los desprecios agotan. Aún así trabajan duro para llevar un plato de comida a su casa. Se conforman con ganar para “pasar el día”.

Me parece que no es justo seguir escuchando a las familias más pobres decir que “aunque sea los frijoles estén seguros en su mesa”, porque hay muchos en este país desigual que viven en opulencia, con sobresueldos, con lujos; mientras del otro lado, a pocas calles, a pocos kilómetros, vive gente que se pasa los días luchando, trabajando desde la mañana hasta la noche por sueldos que no son justos.

Desde hace algunos meses, el tema del trabajo digno ha sido abordado en el Movimiento Cuarto Mundo, Guatemala. En esta reflexión alrededor de la evaluación de los objetivos del milenio, escuchar y entender a las familias más pobres ha sido un espacio enriquecedor para los que hemos tenido la oportunidad de escuchar y estar en este diálogo. Al igual que otros temas como la educación, la salud, entre otros, nos permite reflexionar más ampliamente sobre el sistema económico y social en el que vivimos. Así mismo nos empuja a imaginar alternativas que podemos desarrollar para tener mejores oportunidades y lograr empleos dignos.

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