lunes, 11 de julio de 2011

NUESTRO PAPEL COMO EDUCADORES

LOS NIÑOS EN LA ESCUELA……

Manuel es un niño que vive en un asentamiento de la ciudad capital de Guatemala, mal llamada área marginal. Manuel, no cursó el nivel pre-primario, un nivel necesario para la preparación de habilidades y destrezas académicas. Ingresó directamente a primer año. Como muchos niños pobres que no pasan por esta etapa, le fue muy difícil aprender a leer y escribir. Tuvo que repetir 3 veces primero primaria.

Actualmente tiene doce años, cursa el cuarto año de primaria. Aún con la edad que tiene (que no es la “apropiada” para estar en ese grado) y las dificultades por las que ha tenido que pasar, hoy es un niño con éxito en la escuela. El ha formado parte del refuerzo escolar:

El refuerzo escolar es un espacio que brinda el Movimiento Cuarto Mundo en Guatemala el cual permite a los niños que se encuentran con dificultades para avanzar en la escuela, alcanzar el nivel de los otros niños dentro del aula, este espacio atiende por lo regular a los más pequeños y fue con ellos que descubrí mi pasión por enseñar a leer y a escribir. Fue acá donde disfruté la satisfacción de escuchar a un niño leer por primera vez.

Hoy por hoy, este programa sigue contribuyendo cada día a mi formación docente.

Sueño con que la formación de las futuras maestras incluya un espacio de conocimiento de la realidad de nuestro país, necesario para que desde este conocimiento nos comprometamos más con la comunidad donde estemos. Esto permitirá que nuestras actitudes hacia los niños sean las más precisas, al conocer las situaciones en las que cada familia se encuentra.

Cada niño tiene algo que enseñarnos, algo que aportar a nuestro crecimiento profesional; es por esta razón que deben ser el centro de nuestras acciones como educadores. Una educación de calidad para todos debe ser nuestro compromiso y ésta inicia con reconocer que cada niño tiene formas diferentes de aprender, viene de diferentes ambientes y su situación económica es distinta. Al reconocerlo, será el punto de partida para tomar decisiones trascendentales en la aplicación de métodos de enseñanza.


NUESTRO PAPEL COMO EDUCADORES
Cuando niños y niñas son dejados atrás en la escuela, sus familias buscan que sus hijos sean promovidos, porque el esfuerzo que hacen para inscribirlos y mantenerlos en la escuela es muy grande. Los padres ven que un futuro diferente se avecina, porque sus hijos tienen ahora la suerte de ingresar a la escuela; “el lugar que les dará la oportunidad de tener algo distinto que lo que ellos tuvieron”.

Cuando oigo decir a una madre de familia, lo orgullosa que está porque sus hijos van a la escuela, pienso en mi responsabilidad como maestra, porque ella pone toda su esperanza de vida en la escuela. Nos ven como las personas que van a sacar adelante a sus hijos. Saben que podemos contribuir a que su vida cambie.

La realidad es que muchos de los docentes, no llenamos la expectativa de las familias pobres. Muchos y muchas desconocemos la realidad que viven, los esfuerzos que hacen cada día para sobrevivir y enviar a la escuela a sus hijos, a pesar de las muchas dificultades.

Hay muchas situaciones que los niños más pobres enfrentan. Las intimidades de sus familias no las conocemos, quizá porque no nos interesa, porque hay tantos niños en el aula, que no da tiempo de platicar con cada uno, etc. Y es este desconocimiento el que se convierte en una barrera en el proceso educativo de cada estudiante. Insistimos en decir que las personas muy pobres son sucias, que no se interesan por sus hijos, que no los ayudan con la tarea, que cuando hay reuniones no asisten, etc, etc. Detrás de estas aparentes “irresponsabilidades” hay un trasfondo que pasa desapercibido y que coloca en riesgo la permanencia y promoción de los alumnos.

¿Qué sentido tiene que un niño siga asistiendo a la escuela, cuando las indicaciones de la maestra dicen “que va a perder el año”? ¿Qué sentido tiene que un niño siga avanzando con los ejercicios del libro de lectura, si no sabe qué letra es la que está dibujando? ¿Qué sentido tiene ir a la escuela cuando todos se burlan de él por las condiciones en las que vive y cómo se viste?

La experiencia vivida con Manuel y otros niños me pone ante una realidad: ¿por qué a muchos niños les es difícil aprender a leer y escribir, si cuando los conocemos a fondo, nos damos cuenta que son niños inteligentes y capaces de realizar distintas actividades? ¿Será posible que los maestros pasamos desapercibidos y no descubrimos el potencial de estos niños? ¿Es que su situación como niños pobres los pone en desventaja en el aula? ¿O será que su nivel de alimentación es tan grave que no les permite retener lo que les enseñan?

Muchos niños como Manuel hoy se encuentran en nuestras aulas. Quizá no los hemos detectado! Muchos de ellos siguen, otros ya forman parte de la estadística de deserción.

Desde mi compromiso,
Elda Nohemi García
Aliada Cuarto Mundo Guatemala

1 comentario:

  1. Es impresionante leer este testimonio, escrito desde Guatemala, y descubrir a qué punto lo que Elda describe y explica podría ocurrir en Francia, mi país. Sé que en Guatemala se han hecho muchos esfuerzos para que ir a la escuela sea gratuito, pero es evidente que no basta...

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