lunes, 2 de junio de 2014

“La Biblioteca de Calle cambió mi vida”

Una mochila con libros en su interior, muchas ganas de compartir con los niños, de aprender juntos, de disfrutar de un tiempo gratificante, eso es lo que muchas veces nos mueve cada semana para llegar a un barrio e ir al encuentro de los niños. 

Durante los primeros años que hice la Biblioteca de Calle más de una vez me pregunté si era suficiente un fin de semana junto a los niños compartiendo un libro entretenido, haciendo juntos una manualidad, jugando o simplemente conversando. En ese momento ver la alegría y el entusiasmo de los niños y niñas era una buena respuesta a esta pregunta y un buen motivo para volver la semana siguiente. Hoy después de más de diez años visitando el barrio de Villa el Sol, encontré a Cliser un joven cuyo rostro me era familiar, pero la familiaridad con la que me hablo fue mayor, lo primero que me dijo fue “¿profe me reconoces?”, grande fue mi sorpresa cuando me dijo “¿no te acuerdas que yo venía a la Biblioteca de Calle con Paul, Jhonatan y otros chicos más?”, luego de estas palabras iniciamos una larga conversación sobre muchas cosas, recordando a algunos amigos o algunas cosas que hicimos en ese tiempo, pero también me contó las cosas que hace ahora; para mí fue satisfactorio escucharle decir que ahora trabajaba como guía de turistas “me gusta ser guía, enseñar todo lo que tenemos, porque las personas visitan nuestro país para conocer lo que hicieron nuestros antepasados”, en su voz había orgullo, mientras la conversación siguió transcurriendo él hablaba de lo importante que es hacer aquello que nos gusta, a mí misma me dijo “se nota que a usted le gusta lo que hace” luego prosiguió , “cuando pienso en mi niñez recuerdo lo que hacíamos aquí, como éramos felices” estas palabras le dieron otra respuesta a la pregunta que más de una vez me había hecho años atrás: pero Cliser aún no había terminado de sorprenderme, al continuar hablando de la Biblioteca de Calle dijo “a mí la Biblioteca de Calle me cambió la vida”. 

Creo, que pocas personas tenemos la suerte de ver cómo el granito de arena que ponemos en la vida con la esperanza de cambiar algo, tiene resultados, para mi este encuentro con Cliser fue una afirmación de que incluso las pequeñas cosas que hacemos, si las hacemos dando lo mejor que portamos como seres humanos, pueden lograr cambios.

Karely Paredes Ochoa
Cusco - Perú

No hay comentarios:

Publicar un comentario