lunes, 17 de agosto de 2009

El niño es la sonrisa del mundo

Cristian ( niño de Urkupiña, El Alto - Bolivia)

De acuerdo al informe del seminario sub regional de América sobre la implementación de recomendaciones del comité de los derechos del niño1, 2006,  expresan que la  extrema pobreza azota desproporcionalmente a la infancia, pues son dos niños de cada cinco personas que están en  extrema pobreza,  además de ser uno de los sectores más desprotegidos socialmente.

Tras estas cifras se puede ver a Huguette preguntando: “¿y yo no tengo derecho a comer?”,   Nono que soñaba con crecer rápido para ayudar a su madre  (Carta a nuestros amigos en el mundo Nº 15; ATD Cuarto Mundo 1988) o Scarleth aconsejando  “que hay que saber levantarse y a mal tiempo buena cara” (respuesta a la carta de Mackenson; Tapori 2008).

En la India se dice: “El niño es la sonrisa del mundo”, es esta sonrisa  su fuerza y ella acaba con la violencia, odio, exclusión  logrando que los adultos se encuentren entre sí. 

Toda sociedad debería fundar sus esperanzas en los niños  y hacer de ellos la fuente de su desarrollo. Cuando se olvida a los niños no solamente el mundo no se renueva sino que no crece. Los niños son el presente y el mañana de la humanidad…. eso nos recuerdan día a día los niños que están en la miseria (Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo).

Tantos niños en condiciones tan difíciles nos plantean preguntas fundamentales porque a costa de ellos se construye la sociedad. La terrible realidad de sus vidas, ¿nos hace descubrir lo que hacemos vivir a todos los niños? pues todos, ricos o no son dependientes de los adultos y de su medio.

Los niños sueñan y se esfuerzan por construir un mundo más justo y humano, pero necesitan conocer sus realidades, sus vidas, sus luchas, sus sueños para compartir y ver que no están solos, es así que nace la  corriente mundial de amistad Tapori2, que reúne a niños de diferentes procedencias sociales, culturales y económicas.

Estamos convencidos que la infancia que sufre el azote de la miseria es la que lucha más por salir de ella, pero esta lucha cobra mayor fuerza e impacto cuando niños que tienen condiciones más favorables conocen realidades difíciles que sufren otros niños y se unen para construir una realidad justa para todos. Esta unión genera esperanza porque se ve que es posible convivir entre todos y que el tesoro más grande es “la vida”, y eso nos muestra día a día la infancia.

  

La Paz -  Bolivia, 16 de agosto
Maria Sandra Ochoa Ramos


1 Durante el texto me referiré a niñas y niños en género masculino, por facilidad en la escritura y lectura.
2 Más información: www.tapori.org    ;  hispano@tapori.org

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