Tierra, Agua, Fuego, Aire
«La naturaleza se ensaña con los más pobres...», con los excluidos, con aquellos que viven en las afueras de la cuidad, en las periferias, en las partes más profundas o en lo más alto de las laderas. «Terrenos más baratos» como siempre, ahí donde nadie que tenga un poco más de suerte quiere ir.
La tierra tiembla y son las casitas precarias las primeras en desplomarse, los ríos suben y son las casitas de las riveras las primeras en ser arrasadas. El viento sopla y son los techitos de calamina y de cartón los primeros en alzar vuelo. Una chispa avivada para dar un poco de calor o saciar el hambre, pierde control a causa de la precariedad. Los cuatro elementos contra los más desvalidos.
Pasado el dolor de la constatación, vuelve la razón y me doy cuenta de que no son los cuatro elementos que generan la vida en esta tierra, los que se arrebaten contra los más abatidos. Somos nosotros, la «Sociedad», que nacimos con el idea de organizar de mejor manera la vida de nuestras comunidades, que cegados por el placer de la propiedad y de la seguridad de nuestros bienes, comenzamos a negar la participación de aquellos que eran menos afortunados que nosotros.
Lo peor de todo es que somos y siempre fuimos conscientes de que una vida en pobreza es muy dura y desgraciada, y por temor de caer en ella, cada vez ensanchamos más el abismo de las diferencias.
Cuántas veces hemos sido testigos del desalojo de familias que vivían en terrenos un día baldíos, sin agua, sin electricidad, sin nada, solos con la suerte de poder vivir bajo un techitos en familia; «Pero, al mismo tiempo, terrenos con futuro...», con proyectos, hasta que el capital llegue. Pero hay gente que no tiene capital para invertir, solo un sueño, el que va amasado poco a poco, y que cuando ve una puerta que es posible, decide arriesgar su sueño.
Familias que lo dejan todo, crédulos de las promesas, cierran un capítulo de su historia, confiados de un mejor porvernir. El sueño de una propiedad les hace abandonarlo todo para ir a vivir en otro lugar donde la tierra ni si quiera es habitable, donde el desarrollo no es posible. Y después pasa lo que pasa, techitos que vuelan, casitas que se deslizan, el agua que lo lleva todo sin dejar rastro, el fuego que devora las pequeña cobachita. Pedazos de tierra, baratos, tan baratos, que un día desaparecen.
¿Cómo hacer?¿Qué hacer?, para que esos sueños no se instalen de manera y en lugares tan precarios. La naturaleza nos lo da todo, y nos corresponde protegerla y compartirla de mejor manera.
Charo Carrasco Cuba
París - Francia
2 de feb 2010: Numerosas familias pobres pierden sus viviendas a causa de lluvias en Cusco-Perú.
12 de ene 2010: Terremoto en Puerto Principe -Haiti deja miles de familias sin vivienda.
2009 - 10: Pobladores de Chaco - Argentina carecen de agua, sus ríos están contaminados por arsénico.
2009 - 10: Familias en Tahilandia que viven en casas flotantes, ya no enseñan a nadar a sus hijos, a causa de las aguas contaminadas.
13 Jun 2007: Incendios que se suceden anualmente en los barrios empobrecidos de las ciudades de Panama y Colón.
11 Nov 2007: París acelera expulsión de familias pobres que viven a las afueras de la ciudad.
26 Dic 2001: Incendio destruye 150 casas pobres en capital Mexicana
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