lunes, 27 de agosto de 2012

NO BASTA SOLO INTENTARLO,


ES NECESARIO CONTAR CON OPORTUNIDADES…

Guatemala es un país joven. Según los últimos datos del Informe Nacional de Desarrollo Humano 2011/2012 aproximadamente el 60 % de la población está formado por niños y jóvenes. En contraste con otros países, poseemos la fuerza y la energía que la juventud puede aportar, para hacer de este país un lugar con “desarrollo”.

Hoy, en medio de la alegría de los Juegos Olímpicos, muchos nos sentimos orgullosos de ser chapines, porque estamos siendo representados por jóvenes que tienen el talento deportivo para triunfar y ser contados entre los mejores del mundo. Yo también me siento orgullosa. Pese a tantas dificultades, estos jóvenes están disfrutando de estos momentos. De seguro que han tenido que pasar por diferentes situaciones que ponen en riesgo el lograr sus metas, sus sueños. Con todo eso en frente, están allí, demostrando de cuánto son capaces.

Día a día me encuentro con jóvenes como Ana Sofía, como Kevin Cordón y como otros muchos; con igual energía, capacidades y otras cosas propias de su edad. Quizá no sueñan con llegar a los juegos olímpicos, sino únicamente quieren tener un trabajo digno, un trabajo estable. También quieren seguir sus estudios de primaria, porque aunque la escuela ha sido difícil para ellos, anhelan poder contar con un diploma que los respalde y les dé mejores posibilidades. Para muchos de ellos, ingresar a la Universidad no está dentro de sus planes, únicamente quieren a partir de su trabajo, poder disfrutar de cosas que no han tenido, que se les ha negado.

¿Será que es justo que solo algunos puedan hacer realidad sus sueños? Me llamó la atención leer en un periódico local que “este tipo de logros (refiriéndose a los jóvenes que participan como delegados en los juegos olímpicos de Londres) deben motivar a los jóvenes pues demuestra que solo triunfa quien se atreve a intentarlo”. Es solo cuestión de intento?

No creo que eso sea suficiente. Los espacios deben abrirse para todos. En la cotidianidad, la mayoría de los jóvenes guatemaltecos siguen viviendo en anonimato. Escapando de la mirada de profesionales, políticos, empresarios, educadores y de aquellos que tienen en sus manos la facultad para darles opciones que hagan cambiar su presente y por ende su futuro .

Hace unos meses vivimos la muerte de W., un joven de cuya familia estamos muy cerca. Otra, como muchas de las que conocemos, que han sido tocadas por la violencia y han perdido a alguien en quien tenían puesta su esperanza. Como otros jóvenes, es seguro que también W. quería algo distinto para su futuro. Lo que pasó con él, es solamente un ejemplo de los muchos que hay en este país, donde cada día la violación de sus derechos como el acceso a la educación, a la salud, al trabajo, entre otras cosas; los ponen en constante riesgo y vulnerabilidad, sin que se pueda hacer mucho en un sistema de exclusión como el nuestro.

Me parece que tenemos que empujar para que los niños y jóvenes sean una prioridad de Estado. ¡URGE hacer algo!. No basta solo una cárcel para aquellos que han infringido la ley. No basta un Centro de Rehabilitación para los que consumen droga. No…. Es necesario promover acciones encaminadas a erradicar la miseria, a darles oportunidades, a tomarlos en cuenta, a creer en ellos.

Elda Nohemí García
Escuintla, Guatemala.

1 comentario:

  1. ES lamentable la manera en la que vive la niñez y la juventud en Guatemala, la verdad es que no hay un sistema que ayude a las personas en lo social, (salud,educaciòn, recreaciòn y seguridad) exactamente la semana pasada asistimos a una presentaciòn escalofriante de las Naciones Unidas, sobre Guatemala y los Objetivos de Desarrollo del Milenio titulado "Construyendo un Mundo Mejor Invirtiendo en la Niñez y juventud". Sin deseos de perder el optimismo como guatemalteca los datos que mostraban no eran prometedores puesto que los jovenes segùn los datos presentados no tienen oportunidades por su poca educacìon de emplearse en el sector formal y en el sector informal todos sabemos que se abusa de su necesidad e inexperiencia, lo que les ha señalado como camino el delinquir en algunos casos de desesperanza y luego con ello el estigma de ser jovenes delincuentes que mueren prematuramente o crecen dentro de ese mundo del crimen fruto de una sociedad que en su conjunto no les brinda oporunidades.

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