lunes, 12 de septiembre de 2011

Prosperidad: la hermandad de los pueblos

Cuando las exigencias del consumo y de la moda marcan el ritmo de la vida y hacen que las personas quieran tener un blackberry, un carro último modelo, que son supuestamente sinónimos de prosperidad, de bienestar, de éxito, ¡de bendición! Es difícil pararse y decir “oigan yo lo que quiero no es eso, sino bienestar y paz para todos, incluso para los que aparentemente no se la merecen”.

Todos nos merecemos vivir en un mundo, en un país, en una comunidad, donde cada uno puede desarrollarse y encontrar su espacio. En las últimas décadas, le ha dado a la humanidad, y no por casualidad, por ver hacia el futuro de una manera individualista y si acaso buscando intereses familiares. Todos quieren prosperar ¡tener una empresa! ¡Ah! Y si queda tiempo luego, ayudar a alguien. Construir un futuro donde solo cabemos nosotros y nuestras necesidades. ¿Y el otro? ¿Y el olvidado, el perseguido, el maltratado? Que vea como sale ¡Qué trabaje! ¡Qué ponga su empresa! (como si se pudiera). En este mundo vivimos, en el mundo que nos llena de publicidad, de medios masivos uniformadores, que nos dice qué es “cool” y qué no lo es y que cada día nos aleja más y más de nuestra humanidad, de la solidaridad auténtica.

Aunque veo lejano el día, no dejo de creer en él, en el día en que seamos capaces de entender que la verdadera prosperidad no está en el éxito material e individual, sino en la hermandad de un pueblo, una sociedad, un país, un mundo que avanza de la mano de acuerdo al desarrollo de cada quien, ¡qué no olvida a nadie! La sociedad en donde los derechos inalienables a cada persona de salud, educación, ¡de vivir!, etc. Sean antepuestos a las necesidades fetichistas.

Les dejo una frase de Gandhi:

“El verdadero progreso social no consiste en aumentar las necesidades, sino en reducirlas voluntariamente; pero para eso hace falta ser humildes.” Gandhi

Y un link de un blog muy interesante que habla sobre el consumismo:

http://humanismoyconectividad.wordpress.com/2008/09/08/nueva-humanidad/


Linda García
Guatemala de la Ciudad

2 comentarios:

  1. Un llamado a la reflexión, muchas veces nos afanamos por tener y tener... cuando la verdadera felicidad la encontramos en el compartir.

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