martes, 22 de marzo de 2011

Perdóneme, señor, pero aquí hay hambre

Hace treinta años, Manuel José Arce Leal, un escritor y poeta guatemalteco, que murió exiliado en Francia en 1985, escribió en una de sus columnas en El Gráfico de Guatemala un texto con el título “Perdóneme, señor, pero aquí hay hambre”. Hoy lo reproduzco para el blog, con la respectiva autorización, ya que por el alza de precios de los alimentos el tema del hambre está en boca de muchos analistas, como si esto fuera nuevo para países como el mío. El texto dice así:

“Sí, señor, hay hambre. Y hágame el favor de no seguirla llamando desnutrición, subalimentación, ni palabritas por el estilo. Porque esto no necesita de neologismos: hambre es y hambre se llama. Mi pueblo tiene hambre. Los niños nacen y mueren con hambre. Ya sé que esto no es un tema agradable y que echa a perder a veces la digestión. Lo siento por su desayuno de hoy, pero voy a hablarle de eso.

Fue necesario que el New York Times lo publicara para que cierta gente en Guatemala empezara a pensar que a lo mejor sí, como que hay algo de eso, aunque muy exagerado, claro está. Pero no crea que exageran, ni que estas son mentiras de los “comunistas” para espantar el turismo. En Guatemala hace mucho que hay hambre. ¿Y sabe usted una cosa? El plomo pesa, pero el hambre no se sacia con balas. Y sobre los muchos que ya pesan en nuestra historia, este es otro crimen imperdonable.

Claro que echarle las culpas a la “inflación mundial” es una bonita zafada. O decir que los indios son huevones y que por eso tienen hambre. O decir que qué se va a hacer. Hay algunos que tienen mala suerte, que no progresan porque no quieren y toda esa retahíla de excusas canallas. Hay inflación mundial, cierto. Pero eso no es todo: porque aquí la inflación sólo ha golpeado a la clase media y a la clase trabajadora -campesina o urbana-. Los demás se hacen los “quesos”. No dejarán por eso de gastarse algunas decenas de miles de quetzales en su carrazo de lujo. Si les ponen impuestos les viene flojo, porque suprimen plazas y salarios, a la vez que encarecen productos y ¡santos en paz! La inflación ha resultado un gran negocio para muchos: el estupendo pretexto. Y están sacando buena tajada de ella.

Este país tiene tierra como para alimentar holgadamente a todos sus habitantes. Pero para que ello fuera un hecho, el negocio habría que manejarlo de una manera muy diferente: a manera de que la gente que produce la riqueza de Guatemala con su sudor, su miseria y su hambre, tuviera también derecho a vivir, por lo menos. ¿Cuántos almuerzos de niño indígena vale su carro último modelo, su lancha de lujo, su chaletito, su casa diseñada por el arquitecto fulano y decorada por el señor zutano? ¿Cuántos litros de esa leche que jamás llega a los niños cuesta su última parranda a la que llegó Don Fulanón, Don Zutanazo y Don Perencejote? Ya sé que usted limpia su conciencia diciendo que esto no es culpa suya. No será culpa suya, exclusivamente, pero sí es culpa de ustedes, de un ustedes en el que caben algunas personas: aquellos que comercian con el hambre de nuestro pueblo, aquellos que se asocian para el saqueo de las riquezas de este país, aquellos que le zampan un balazo al espejo que los ofende con su propia imagen.

En Guatemala hay hambre, si señor, HAMBRE. Hasta aquí, el violento disque ha contenido y ha ahogado. Pero ¿Cuánto más va a soportar? ¿O es que ustedes mismos, los que hace apenas un poco de tiempo hablaban de reformar ciertas cosas, de dejar un respiro de justicia al pueblo, de poner en orden a los hambreadotes de nuestro país, ya se sienten seguros, porque ninguna metralleta les quita el sueño?”.

Manuel José, como muchos intelectuales guatemaltecos ya fallecidos, sigue siendo una autoridad y una conciencia para quienes seguimos sus caminos, por eso leerlos de vez en cuando nos fortalece y nos ayuda a seguir luchando para que se construya un mundo sin pobreza extrema.

Sirva este texto para recordar a un maestro y para hacer nuestros sus pensamientos, aunque estos golpeen nuestras buenas conciencias.
Max Araujo
Guatemala Ciudad

5 comentarios:

  1. Sobre todo si estos golpean nuestras buenas conciencias.
    Gracias Max y gracias Manuel José, no te conocía, ahora un poco.
    Cristina

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  2. José Manuel Arce es mi favorito, ningún escritor hasta ahora, guatemalteco como yo o no, ha sabido expresar lo que siento con tanta fuerza, con tanta labia. Gracias Max por hacerme recordar, iré a desempolvar "el diario de un escribiente" para recordar que en nuestra historia han habido otras personas en la lucha contra la miseria, contra el hambre, la exclusión, la injusticia.

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  3. Hola amigos que excelente articulo el que bien ha dejado plasmar con la pluma Max y que buena referencia literaria de la que acompaña el mismo, bueno a pesar de tener poco tiempo viviendo en guatemala he visto los dos polos de modus vivendu bien marcados por lado la cara linda de guate con sus grandes agencias con autos de lujo y por otro lado me acerco a la zona 3 de piedra santa en la capital y veo como muchos jovenes inhalan solvente para poder mitigar su hambre y lo peor no es esto sino como estando en un año electoral muchos politicos se aprovechan de la necesidad de los mas pobres ofreciendo cualquier migaja de su opulencia, bueno si existe Dios seguro que hara justicia en algun momento, bueno este este mi aporte, espero seguir recibiendo mas articulos me gustan mucho sobre todo por el enfoque que los manejan felicidades a todos los que hacen posible este blogs de riqueza humanitaria.

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  4. Excelente texto de este escritor y poeta guatemalteco Manuel José Arce Leal. A veces la bronca e indignación de las cosas que vivimos y observamos nos obligan a reaccionar para asumir esta lucha. Los autoridades deben servir al pueblo y no servirse del pueblo, estas personas tienen la obligación de trabajar para atender las necesidades de la gente. Basta de tolerar tanta hipocresía, es tiempo de exigir ese servicio por los más necesitados.

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  5. eres el unico max ke expresa esas lindas palabras de la pobreza en el mundo nadie se daba cuenta ni tomaban inportancia ¡me pregunto xk nadie colabora

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