…cada cierto tiempo, los olvidados del país ocupan las primeras planas de los periódicos, por las razones equivocadas.
Esto sucede, generalmente, cuando hay epidemias, huracanes, hambruna, guerras o erupciones volcánicas. Entonces le toca el turno a los relegados de la historia, a los más vulnerables, a los sin tierra, a los insalubres, a los sin techo, a los analfabetos, a los pobres. Es en estas circunstancias que, finalmente, acceden a los 15 minutos de gloria que por derecho les corresponden.
La erupción del Volcán de Pacaya y el paso de la tormenta Ágatha por el territorio guatemalteco nos han retratado de cuerpo entero. Desnudos, aparecemos ante nosotros mismos y ante el mundo como un país que no cuida a los suyos y que históricamente ha sostenido la exclusión y marginalidad de muchos. Por supuesto, desde el síndrome de infantilidad que nos caracteriza, la primera reacción de muchos ha sido buscar culpables únicos a quienes satanizar por lo sucedido hoy, como si levantar a un país no fuera una tarea histórica común de largo aliento.
…El huracán Mitch, en 1998; la tormenta tropical Stan, en el 2005, y ahora Ágatha y el Pacaya. No tenemos memoria; nos topamos tres y cuatro veces con la misma piedra. Por otra parte, hay cosas importantes de resaltar desde el ojo de una ciudadana común: una respuesta más rápida y organizada de la Conred, un trabajo más eficiente de las cuadrillas de caminos en calles y carreteras, y la actitud solidaria y desinteresada de la población, que no tiene más que ofrecer que una mano amiga. Y más allá de todo, la esperanza sostenida de que, aunque la naturaleza haga lo suyo, la próxima vez nos encuentre mejor preparados y más humanos.
*Extractos del artículo "El turno de los olvidados" escrito por Carolina Escobar Sarti - Guatemala. Publicado en Prensalibre.com (03/06/10) Foto: publicado en www.latribuna.hn (01/06/2010)
No hay comentarios:
Publicar un comentario