lunes, 30 de mayo de 2011

"Food"

Mi primer encuentro con la pobreza en Manila se resumió en esta palabra.

Food, alcanzó a decir uno de los dos niños que se acercaron a casa diciendo algo en Filipino y yo respondí I don’t understand. Fue entonces cuando uno de los dos decidió hacerse entender. Food.

Ese día yo había decidido no comer porque estaba sola, comería algo más tarde en la calle. Ese día estos niños decidieron buscar comida. Se me ocurrió darles los bananos que tenía en la mesa y me quedó una amarga sensación de nunca saber si fue correcto o no.

¿De dónde vienen estos niños? ¿Vienen de debajo de uno de los tantos puentes donde mucha gente sobrevive en Manila?, ¿vivirán en alguno de los cementerios? ¿Estos niños sólo estaban jugando?

Tendría que haberles preguntado, tendría que haber platicado con ellos. Pero como no hablo el idioma, más tarde se me ocurrió buscar información sobre Manila. Encontré un artículo publicado en un blog en diciembre 2010. El artículo muestra las inmensas diferencias entre una Manila moderna y desarrollada, y otra, Manila misma, con precarias construcciones bajo los puentes y dentro de los cementerios. Una frase del artículo se quedó conmigo:

“…gente sin esperanza que al parecer lo único que esperan es la hora de hacerles compañía a sus ‘vecinos’ fallecidos…”

NO. No son gente sin esperanza. No esperan morir así simplemente ¡No acepto esta afirmación!

Son niños que se arman de valor para salir a buscar comida. Son familias que cada día abrigan la esperanza de otro futuro y es precisamente su esperanza que los mantiene de pie.

No obstante, esta afirmación, así como tantas otras, puede hacerse fácilmente desde un ordenador. La mía por ahora se basa en la experiencia del equipo de voluntarios de
ATD Fourth World, que vive en un barrio muy popular cerca de la gente que sobrevive bajo un puente y a quienes visitan regularmente.

¿Cuántos de nosotros seremos capaces de afirmar y defender la esperanza de la gente que vive en la pobreza?, ¿cuántos de nosotros somos capaces de cruzar barreras como el idioma, prejuicios, clase social, tiempo, etc.?

Por el momento, yo tengo la oportunidad de conocer a esta gente que vive no sin esperanza y no esperando morir. Todo lo contrario…

Busquemos maneras y oportunidades para acercarnos a la gente a quienes la sociedad quiere esconder e ignorar. Busquemos oportunidades concretas para no equivocarnos en nuestras afirmaciones.

Desde Manila – Filipinas
Susana Huarachi Quispe

1 comentario:

  1. Querida Susana, me encanto tu articulo. Creo que cuando uno comparte amistad, compañia, tambien comparte sueños y hasta lo que come, porque asi se muestra las relaciones de horizontalidad, donde tu necesitas tanto como yo, y si yo como tu tambien tienes que hacerlo, ese es un principio de justicia.

    Sandra Ochoa desde Cusco - Perú

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