Max Araujo
Guatemala Ciudad
La conquista y la
colonización española para los indígenas de Guatemala significó el
expolio de sus tierras, esclavitud y el origen de sus males sociales
contemporáneos, como la extrema
pobreza, la exclusión y el racismo, siendo que cuando se produjo la
independencia política de España, en 1821, y el surgimiento de la
república, esta situación no cambió, ya que los privilegios de los
colonizadores fueron heredados, primero por los criollos, es decir los
descendientes de éstos, y después por el pueblo mestizo y ladino, que
comparte su sangre y cultura con los pueblos originarios y con los
conquistadores.
Sin embargo esta situación de los indígenas comenzó a
cambiar a partir de 1944, cuando se produce la revolución de octubre,
con las convenciones internacionales emitidas por Organismos del Sistema
de Nacionales Unidas, por las leyes internas que se promulgan y por
entidades de gobierno que se crean para atender esa problemática; pero
ese proceso
ha sido lento, por lo que todavía, hoy, personas de los pueblos mayas,
garifuna y xinca, reclaman más oportunidades, más leyes y que se deje
finalmente el modelo neocolonial y monocultural del Estado guatemalteco.
La
práctica del racismo y la discriminación sigue vigente en Guatemala, de
los mestizos o ladinos hacia los indígenas, sin embargo estudiosos de
la realidad nacional señalan que desde hace unos veinte años se está
dando un sólido proceso
de “ mayanización” en la sociedad guatemalteca, por el que paso a paso,
día a día, los indígenas de Guatemala avanzan en la conquista de sus
derechos culturales, sociales, económicos y políticos, lo que
promete, pasados algunos años más, un mejor país, con mas justicia
social.
Lamentablemente lo que no está cambiando es
el sistema de clases sociales del pueblo mestizo, en el que se
mantiene, por ser la cultura dominante, a una población en todo el país,
de casi el 17 por ciento, sin distinciones del pueblo al que se
pertenezca: maya, ladino, garífuna y xinca, viviendo en extrema
pobreza, siendo que en su mayoría son hermanos mayas, pero también
contingentes de población urbana, entre quienes se cuentas muchos
mestizos o
ladinos.
De ahí que la"mayanización"del país no debe servir para
perpetuar un sistema de clases sociales y económicas, en el que grupos
privilegiados de indígenas alcancen todos sus derechos, pero se
mantenga a otros en condiciones difíciles sino para construir una
sociedad en la que todos los guatemaltecos, sin excepción, tengamos
acceso a una vida digna y decorosa. Hago mis votos para ello, para que
Guatemala entre en un camino de justicia social, pero para ello el
compromiso de quienes queremos un mejor país es fundamental..
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