Extrema Pobreza y Derechos Humanos
pensar y crear un mundo sin miseria.
viernes, 23 de octubre de 2015
¡nos trasladamos!
Queridos amigos y amigas:
Hemos cambiado nuestro blog. Para continuar leyendo y conversando sobre extrema pobreza y Derechos Humanos, por favor, visiten:
Actuar todos por la Dignidad: cuaderno de viaje.
Muchas gracias,
¡Seguimos el camino juntos!
jueves, 15 de octubre de 2015
Punto y aparte
Hola a todos y todas,
Queríamos agradecerles el seguimiento que han hecho durante años a nuestro blog, por ser fieles seguidores o blogueros y blogueras.
Pero todo tiene su fin y este blog deja de existir, aunque como el fénix, renace de sus cenizas y se convierte en un nuevo blog.
Ahora podéis encontrarnos en "actuar todos por la dignidad: cuaderno de viaje":
muchas gracias, hasta pronto
Queríamos agradecerles el seguimiento que han hecho durante años a nuestro blog, por ser fieles seguidores o blogueros y blogueras.
Pero todo tiene su fin y este blog deja de existir, aunque como el fénix, renace de sus cenizas y se convierte en un nuevo blog.
Ahora podéis encontrarnos en "actuar todos por la dignidad: cuaderno de viaje":
"Inspirados por la lucha cotidiana de quienes sufren la pobreza extrema, trabajamos generando ideas y acciones para avanzar en la lucha contra la miseria. Les invitamos a leer, reflexionar, dejar comentarios y, por supuesto, a compartir con otros".Les esperamos a todas y todos en esta nueva aventura.
muchas gracias, hasta pronto
lunes, 12 de enero de 2015
Cinco años del Terreromoto en Haití: “Luchamos sin cesar”
“12 de enero del 2010, un día de duelo que nos ha marcado para siempre. De los escombros nace la esperanza de un nuevo Haití. Cinco años más tarde, Haití ha cambiado, pero para nosotros los más pobres, la vida se ha vuelto más difícil. A pesar de todo, seguimos luchando con nuestras propias fuerzas”.
Así comienza el mensaje escrito por un centenar de haitianos miembros del Movimiento Cuarto Mundo en Haití, cinco años después de la tragedia más grande que azotó ese país.
En su mensaje, estos hombres y mujeres hablan de las promesas que les fueron hechas, de los cambios que observan en su ciudad; pero al mismo tiempo, constatan que la ayuda internacional no ha llegado a todos los lugares ni a todas las personas, que ellos no hacen parte de los trabajadores que reconstruyen los lugares de vivienda y que no existen realmente programas que permitan la participación de los más pobres.
La tragedia también los llevó a experimentar nuevas formas de convivencia y apoyo mutuo ya que las dificultades se acrecentan cada vez más.
Ellos luchan sin cesar, convencidos de que los cambios no vendrán de afuera sino de su propia fuerza.
El siguiente video contiene el mensaje en su totalidad.
Luchamos sin cesar from ATDESP on Vimeo.
lunes, 10 de noviembre de 2014
Hacer caer los muros que nos separan
Philippe Hamel
Francia
Este año "celebramos" el 25 aniversario de la caída del Muro de Berlín y la valentía de todos aquellos que lucharon y siguen luchando para reconstruir la fraternidad, la justicia, la democracia. Este aniversario es un estímulo para hacer caer todos aquellos muros que aún separan a las comunidades y países; muros que encierran a algunas poblaciones en el desprecio o las apartan de la vista de otros ciudadanos; pero sobre todo es un estímulo para dejar caer los muros que aún conservamos en nuestras mentes.
Cuando
era niño, el
muro que se me imponía era el
estadio de fútbol. Por
falta de dinero para pagar una entrada, teníamos que quedarnos
detrás del estadio para ver los partidos a través de un agujero.
Esta escena la
he visto muy a menudo
en varios países durante
eventos culturales y deportivos.
A
pesar de que el Muro
de Berlín cayó, todavía
restan
cientos en
todo el mundo. Todos
sabemos de aquel que separa las
dos Coreas, el
que existe entre México y los Estados Unidos para luchar
particularmente
contra la inmigración ilegal. De
igual forma están lo muros electrificados
con alta tensión en los enclaves españoles en el norte de Marruecos
para proteger la inmigración africana a Europa. También existe una
"barrera de separación" entre Israel y Palestina, una
valla
tres veces más alta y dos veces más
ancha
que
el Muro de Berlín.
El
fotógrafo Gaël
Turine dio
a conocer otro muro muy poco
conocido, aquel
construido
entre la India
y Bangladesh.
Es el muro más
largo
del mundo: 3.200 kilometros con
un costo de 4
mil millones
de dólares.
220.000 hombres se encargan
de
su supervisión. Este
muro mata a un
hombre
cada cinco días desde
hace
diez años, según estadísticas oficiales. Entre ellos, muchos
bangladesíes que quieren cruzar el muro para huir
de la pobreza o los sucesivos
desastres
naturales.
Recientemente,
el gobierno de
Ucrania decidió
construir un muro de 1920 km en
la frontera con
Rusia para
evitar la infiltración de rebeldes rusos y separarse
definitivamente de su hermano mayor.
Todos
estos muros son
construidos
entre las naciones en conflicto, por los países que se creen
superiores a los demás o que quieren poner
fin así
a
la trata de
seres
humanos, drogas o contrabando, etc. Algunos
muros
pueden tener varias funciones: defenderse contra cualquier invasión
física, ideológica o cultural; a
veces evitar
el paso de aquellos que 'ir
más lejos"
ir a un mundo "más libre". El Muro de Berlín fue uno de
esos. Fue construido con sistemas sofisticados
de
monitoreo de 14.000 guardias. Cerca de 1.200 personas fueron
asesinadas,
60.000 capturados y puestos en prisión y 5.000 cruzaron
hacia el Oeste.
En Alemania del Este le
llamaban
"el muro de la paz" (o "muro de protección
antifascista") y el "muro de la vergüenza" en
Alemania Occidental.
Están
también todos
esos muros que se erigen entre vecinos o
comunidades que
no logran
entenderse
y hablar, tal
como
los habitantes de un
barrio
suburbano
en Francia que construyeron un muro para no
ver más a
las familias
gitanas que
vivían justo al
lado. De igual
forma los
brasileños de
una zona residencial que no
quieren que
los habitantes de la favela cercana pasen
a través de
su vecindario. Y
todavía más
radical la
medida que toman las personas más ricas en
los Estados Unidos o Europa, que se
encierran a sí mismos en
barrios de
alta seguridad con muros y rejas para “tener paz”.
Existen
también esos
muros provisorios
que se
construyen rápidamente
cuando un presidente es invitado a visitar un país amigo.
Además de las redadas que envían a
los niños de
la calle y a
los mendigos a
cientos de kilómetros, se
construyen
vallas para
ocultar
algunos barrios marginales a lo largo de la ruta del
visitante,
como si estos lugares fueran
una vergüenza para el país. ¿Pero
vergüenza por
qué?
Esta es una de las razones por las que Joseph Wresinski, fundador de ATD Cuarto Mundo, quiso que representantes de personas muy pobres de todo el mundo puedan dialogar con el Papa, en Roma, en 1989, ya que no pudieron encontrarle cuando él estuvo de visita en sus países de origen.
Finalmente,
están todos
esos muros de prejuicios que
provoca que las
personas muy
pobres queden
encerradas en la vergüenza,
el desprecio o inutilidad. Algunas familias, expulsadas de todas
partes, se
esconden
detrás de las paredes o en los edificios en construcción,
protegiéndose
de las miradas,
para tener un poco de intimidad, a
falta de tener un verdadero techo.
Durante
mis primeros años como voluntario
de ATD Cuarto Mundo, vivíamos en un barrio
de realojamiento
que “acogía”
a una parte de
la gente expulsada de los HLM1
de una gran ciudad en el este de Francia.
Me las arreglé para convencer a algunas familias para que sus hijos
vayan
a la escuela de rugby que
yo animaba en
el otro extremo de la ciudad. Entonces
descubrí que
estas familias
nunca habían “entrado” a
la ciudad ubicada
tan solo a 2
kms. Tenían miedo de perderse
y los padres
hacían creer
a sus hijos que ese no era un lugar para ellos. ¡Esta gente no
conocía más que su barrio!
A
pesar de todo esto, hombres y mujeres en
todo el mundo actúan
para hacer caer
esos muros que separan
y dividen, e
inventan otras
maneras de vivir juntos. Recuerdo
un espectáculo que organizamos en Quebec con varios artistas
reconocido, el
tema fue: "El
derecho a la música para todos”.
Cada quien, ya
sea que vivía
en la calle o en un “buen barrio”, pagó su entrada con
anticipación según sus posibilidades. Durante el intermedio, los
artistas se acercaron para tomar café con las personas que entraban
por primera vez en su vida a un salón de espectáculos. Para estas
personas aisladas, esta oportunidad sirvió como un 'click' que les
permitió animarse a visitar a algunas asociaciones cercanas.
También
pienso en los que están involucrados en las asociaciones de padres
de familias,
no sólo para
defender los "intereses" de sus hijos que
por lo general
tienen éxito,
sino también para permitir que los padres muy pobres puedan
atreverse a venir escuela, conocer a los maestros, a
la dirección y
compartir sus ideas para el futuro de todos.
Además
fui también
parte de
campañas de
solidaridad, especialmente en Ruanda, para construir una casa para
una familia sin techo.
Lo que más me
impresionó fue la
manera en que
estos
proyectos fueron
diseñados, lo
primordial era
renovar
los vínculos
entre la familia casi
siempre
aislada y toda la comunidad.
Por
último, pienso
en todos los
que actúan en
el anonimato
con el fin alzar
la voz de los más
olvidados ya
sea en su
asociación, su sindicato,
su iglesia, etc.
y hacer caer
estos muros de
silencio detrás de los
cuales muchas
familias muy pobres están condenadas
a callarse.
___________________
1HLM:
Habitations à loyer modéré (viviendas de interés social)
martes, 4 de noviembre de 2014
Gestos de solidaridad: pistas de un futuro digno para todos
Un
año más, la conmemoración del 17 de octubre, Jornada
mundial por la erradicación de la pobreza,
nos permitió juntarnos, motivados por la convicción de que si
queremos ser capaces de construir sociedades justas, solidarias y en
paz, tenemos que unirnos tomando en cuenta las fuerzas e inteligencia
de todos.
Esta
jornada nos invita especialmente cada año a
descubrir a aquellos que viven
en situaciones de pobreza como los principales actores con los que
asociarse en esta lucha. Sin embargo, no es habitual que se tome en
cuenta a estas personas para buscar soluciones a lo que viven o que
se les escuche en los grandes eventos sobre solidaridad. Es una
verdadera pena, porque en su día a día, entrelazando vida y actos
concretos, ellas realizan gestos de reconocimiento y apoyo hacia
otros en situaciones también muy difíciles, llenando de contenido
la palabra esperanza y
mostrando posibilidades de vida digna para todos.
Demasiadas
veces ignorados e invisibles para el resto de la sociedad, estos
gestos muestran mejor que todos nuestros discursos, que nadie
es tan pobre que no tenga nada que dar y
confirma que los primeros en sostener a otros que lo pasan mal por
culpa de la pobreza son aquellos que la viven en carne propia.
Estos
son algunos de estos actos de los que he sido testigo en los últimos
meses. Los nombres son inventados, pero las historias son reales:
- Gracias a Cándida, que le visita regularmente y está pendiente de él, Manuel pudo ser hospitalizado y ser tratado de urgencia como consecuencia de un paro cardiaco. Ambos viven en chabolas, en una gran precariedad, apartados de la ciudad. Si no es por Cándida, Manuel no hubiera sobrevivido.
- Miguel apoyó a María y a sus hijos durante una temporada muy dura para ella en la que su marido estaba en la cárcel y ella fue desahuciada del piso en el que vivían. Miguel la apoyó, entre otras cosas, a encontrar una casa en la que poder entrar a vivir para no quedarse en la calle.
- La señora Marisa acogió a su hijo en su piso de realojo durante varios meses para que él y su mujer pudieran recibir en mejores condiciones a su bebé recién nacido, ya que en ese momento estaban viviendo en un camión, en una zona industrial a las afueras de la ciudad. Al mismo tiempo, la señora Marisa acoge y cría a tres nietos ante la situación de vida difícil de varios de sus hijos.
- Un grupo de señoras de clanes enfrentados, superan sus diferencias y se reúnen una vez a la semana para elaborar jabones juntas. Además de generar recursos propios, demuestran que es posible ir más allá de sus conflictos y potenciar una economía de paz en un barrio secuestrado por el tráfico de drogas.
- Ana María conoce a sus compañeros de albergue en el que viven muchas personas en situación de abandono. Ella sabe que tienen cosas importantes que aportar, por lo que cada vez que se acercan encuentros y reuniones del Movimiento Cuarto Mundo lleva varias cartas de preparación y les pregunta, anota sus respuestas y se las entrega al equipo para que su saber sea tomado en cuenta.
- Alfredo sabe que Ramón ha tenido un conflicto que le impide participar en una asociación. En vez de desentenderse, Alfredo se implica y motiva a otros responsables de dicha asociación para que hablen con Ramón, entiendan la raíz del problema y encuentren juntos una solución.
- Concepción ha sacado a su hermana pequeña del basurero en el que vivía, acogiéndola, ofreciéndole un lugar en el que vivir y ayudándola a salir de la droga.
- Antonio es un jubilado que acaba de salir de la cárcel. Estaba cobrando una pensión no contributiva que recibía en el Banco de prisiones y a la que había dejado de tener acceso. José le está acompañando a diferentes citas en Servicios sociales para que pueda arreglar su situación administrativa y pueda seguir accediendo a su pensión.
- Ernesto acoge en su casa a Eva después de que ella se hubiera quedado a la intemperie tras una pelea con su familia. Ernesto ha vivido una temporada en la calle y consciente de los riesgos, se aprieta en su nueva casa para encargarse de Eva como si fuera su padre.
Álvaro Iniesta Pérez, 3 de noviembre
de 2014
“NO DEJAR DE LADO A NADIE”
Diego Sánchez Sánchez
La Paz - Bolivia
Ahora
en Bolivia estamos tomándonos el tiempo y las energías para
intentar iniciar una actividad significativa con los jóvenes de uno
de los barrios alejados y más pobres de El Alto, como es Senkata.
Ahí vamos a la búsqueda de muchachos y muchachas que cuando eran
más pequeños formaban parte de nuestras Bibliotecas de Calle o de
nuestras Salas de Lectura y Bienestar, pero que ahora ya son
adolescentes.
Antes
de proponer cualquier actividad “recreativa” que los “aleje del
alcohol y las pandillas”, queremos construir con ellos mismos un
espacio que los haga sentir libres para soñar y libres de
comprometerse. Es en esta realidad donde encontramos a Fabiola, una
adolescente de 14 años, que además de vivir en pobreza es
sordo-muda. Ella ya no va a clases hace dos años porque una escuela
especial para estas personas es muy cara para su familia. Sin embargo
todo ello no le impide a Faby querer ser parte de “algo”, de un
grupo de amigos, aunque encuentre en su comunidad muy pocas personas
que la entienden cuando ella habla con las manos.
Tuvimos
un paseo por el campo con Faby y otra joven que participa en nuestro
proyecto. Ha sido una salida muy relajante. En el camino Faby se
detenía a recolectar plantas de varios tipos para que las oliésemos.
El camino estaba lleno de flores y Faby se maravillaba y nos
maravillaba por la manera en la que daba rienda suelta a sus
sentidos.
Nosotros
los animadores estábamos concentrados en nuestras conversaciones
pero Faby lograba percatarse de todo un mundo que nosotros pasamos
por alto. Un mundo de aromas, de brisa en la piel de pájaros
haciendo nidos en los cerros.
La
otra joven que participó de esta actividad es su amiga y logra
traducirnos un poco de lo que Faby quiere que entendamos. Como su
amiga, hay pocas personas, además de su familia, con las que Faby
puede comunicarse y pienso que ese mundo es muy cruel para alguien
como ella, un mundo que más allá de la situación de pobreza, la
rechaza o no se toma el tiempo para entenderla y decide simplemente
no tomarla en cuenta.
Todo
lo que vivimos con Faby y con los jóvenes me hace pensar mucho en el
tema para este año del 17 de octubre , Día Internacional para laErradicación de la Pobreza Extrema, que habla precisamente de “No
dejar de lado a nadie”.
¿Qué tal si en lugar de hacer una actividad que guste o
entretenga a la mayoría de los jóvenes, nos damos la tarea de
aprender un lenguaje básico de señas para permitir que Faby pueda
ser parte de lo que hacemos?
Así,
el éxito de los esfuerzos de una comunidad podría ser el permitir
que alguien como Fabiola pueda ser parte activa de lo que hacen día
a día.
Fabiola,
es tan solo un rostro de muchas personas que dejamos de lado
solamente porque no hay tiempo de comunicarnos con ellas. Dejar de
lado a alguien es no crear las condiciones necesarias para que una
persona haga uso pleno de su derecho de ser parte de una comunidad:
“comunicarse con los demás”.
lunes, 20 de octubre de 2014
Un día de libertad
María Luisa Rojas
Ciudad de Guatemala, 15 de Septiembre de 2014
Cada quince de septiembre, día de la libertad, siento una gran nostalgia. Ese día se celebra la independencia de mi país.
Es fiesta nacional; nadie puede pasar por alto este día pues desde principios del mes las calles se van vistiendo de azul y blanco, con banderas en las ventanas, las puertas, los carros… Todo se viste de esperanza, de fiesta. Esperamos con alegría un cumpleaños más de nuestra vida independiente, de nuestra libertad.
¿Qué celebramos si no existe libertad? Celebramos las palabras. Celebramos la ilusión. Celebramos a lo grande “el día de hoy”. Celebramos, sin motivo, creo yo.
Los jóvenes participan en la banda de su establecimiento educativo; niños y jóvenes con sus mejores galas desfilan por las calles con alegría. Un desfile preparado con muchos días de anterioridad, un desfile tan concurrido y tan criticado… ¡Es una pérdida de tiempo! , ¡Es un gasto innecesario!, ¡Es ridículo!, ¡Son prácticas militares y ya se firmó la paz…!
Aún así, hay desfiles en toda la nación: dos o tres días antes hay pequeños desfiles en los barrios y el gran desfile el mero día frente al palacio y las autoridades.
Cada quince de septiembre trato de entender el por qué la gente participa tan entusiasta en esta manifestación que implica gasto, cansancio, sacrificio. Existe una invitación del Ministerio de Educación a los establecimientos educativos para que motiven a los niños y jóvenes y les inculquen hábitos de civismo; existe una presión social a hacerlo, se ha vuelto una tradición… No es una obligación y los niños, las niñas, los jóvenes, la gente participa con ganas. ¿Por qué?...
En un desfile, los que participan en él se sienten por un momento protagonistas de la actividad: no hay desfile sin ellos. Los niños pequeños se muestran ante la sociedad y todos los admiran y aplauden; los familiares salen a las calles para verlos ser el centro de atención. Por un día, las calles son suyas, paran el tráfico, se imponen…
Este día la gente siente que pertenece a un país, porque a todos se les permite caminar “con libertad” por las calles, se les permite correr kilómetros de pueblo en pueblo, llevando la antorcha encendida con el fuego de “la libertad”.
El desfile es una actividad en la que se olvidan las diferencias: todos desfilan, a su manera; se unen en la plaza central alumnos de colegios privados, de institutos públicos, con uniformes caros, con trajes indígenas, con música marcial y con música latina popular.
Ese día nos une una gran algarabía, en la que por un momento olvidamos toda la violencia, la inseguridad, la injusticia. Nos sentimos identificados con la bandera azul y blanco; todos nos sentimos guatemaltecos pues todos celebramos de la misma manera: un desfile nacional que con tanta bulla nos impide reflexionar más sobre nuestra realidad, pero que en el silencio, nos deja la nostalgia de un país soñado que quizá el próximo año viva “en libertad”.
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