miércoles, 26 de diciembre de 2012

David Estuardo

Su nombre se añade a la larga lista de la personas víctimas de la violencia de la miseria.

Romain Fossey
Guatemala Ciudad

Foto: Cuarto Mundo Guatemala

Quiero compartir con ustedes nuestra profunda tristeza por la partida de David Estuardo Velásquez Pérez de 24 años de edad. El falleció hace unas semanas por intoxicación alimentaria.

David vivía en la calle, en las afueras del relleno sanitario de la Zona 3 de la ciudad de Guatemala, allí también era su lugar de trabajo. Como muchas personas de su condición que el Movimiento Cuarto Mundo en Guatemala conoció a lo largo de los años, su nombre se añade a la larga lista de la personas víctimas de la violencia de la miseria.
Se quedan conmigo su sonrisa y su buen humor: siempre nos recibía con alegría y cariño. Le gustaba mucho bromear y contar sus vivencias en el trabajo con caballos cuando él animaba ferias para niños en Amatitlán o en la Capital. Nos contó también que después de un accidente de trabajo como ayudante albañil (se cayó de una casa de dos niveles) él era capaz de mover los ojos muy rápido (y era cierto) y nos desafiaba a hacer lo mismo: “si logras hacerlo te invito al Pollo Campero” nos decía.

En la calle, a menudo se quedaba cerca de un señor que llaman el Chero y que tiene muchos problemas de locomoción física. Estaban durmiendo juntos cuando desconocidos lo golpearon y lo balearon así sin más durante una madrugada de junio de este año. David se quedó muy preocupado por su situación y ayudó mucho al Chero cuando regresó “convaleciente” a su sitio usual en la calle. David era capaz de estos gestos.

Conservaremos la imagen y la alegría de David en nuestro corazón y espero que su pérdida nos ayudará a animarnos una vez más para dar a conocer y luchar contra esta realidad de los que viven o trabajan en la calle en este país y en el resto del mundo. De igual manera, seguiremos luchando al lado de todos sus compañeros de la Zona 3 para lograr tener una sociedad justa donde cada quien tenga su lugar y sus derechos sean respetados.

Necesidades, Derechos, Intereses y Deseos

Daniel García
Madrid - España

Andamos últimamente por las tierras hispanas dándole vueltas al tema del reconocimiento de los derechos. De hecho es una de las prioridades que han salido del proceso de evaluación de los 20 años de presencia del Movimiento Cuarto Mundo en España. Pero resulta un tema tan árduo, tan denso, que cuesta entender muchas veces. Por eso quiero compartir este material elaborado por un abogado muy comprometido en la lucha contra la pobreza y la exclusión, José Luis Segovia, en el que clarifica mucho lo que nunca debemos olvidar en torno a estas cuatro palabras: Necesidades, Derechos, Intereses y Deseos. Claro, directo y motivador, además de especialmente acertado para interpretar (y denunciar) estos tiempos que corren. Acá van algunos fragmentos:
 
El fin del Derecho es regular la vida de las personas y de las instituciones, de modo que las necesidades de las personas queden satisfechas. El buen Derecho será el que trate de satisfacerlas de acuerdo con unas prioridades que define la acción  política.  Por  el  contrario,  el  Derecho  espurio,  el  que  no  puede  reclamar obediencia –más aún, el que exige imperativamente disidencia– es el que no sólo no colma universalmente las necesidades de las personas, sino que llega asfixiarlas, a  veces  literalmente.  En  efecto,  la  categoría “necesidad” es  previa  al  Derecho  y constituye  su  fundamento  de  legitimidad.  Las  necesidades  fundamentales  son:  de supervivencia (vida, salud, alimentación, etc.), protección (vivienda, etc.), afecto (fami-lia, amistades, privacidad, etc.) entendimiento (educación, comunicación, etc.), participación (derechos, responsabilidades, trabajo, política, etc.), ocio (descanso, juegos, espectáculos), creación (arte, habilidades), identidad (grupos de referencia, sexuali-dad,  etc.), libertad  (igualdad  de derechos)  y,  no  en  último  lugar,  la  necesidad  de sentido (religión, espiritualidad, creencias, convicciones…) sin la cual el ser huma-no  está  desnortado,  pues  las  necesidades  no  se  pueden  reducir  solamente  a  lo material.

Con  Max  Neef  aprendimos  que  los  mejores  satisfactores  de  necesidades son aquellos que cubren sinérgicamente varias al mismo tiempo (por ejemplo, la madre que amamanta a su criatura está cubriendo simultáneamente sus necesida-des  de  supervivencia,  de  afecto,  de  protección,  etc.).  Por  el  contrario,  los  que  lo hacen de forma contradictoria deben ser evitados: por ejemplo, los actos de violencia (personal o institucional) colocan inexorablemente a una persona en posición  de  ver  sofocadas  sus  necesidades  y  consolidan  la  asimetría:  siempre  hay  un agresor y un agredido.

(...)

La justicia consiste en asegurar a cada cual la satisfacción de sus necesidades:  aquello  que  cada  persona  precisa  para  vivir  dignamente.  Por  eso  el salario del trabajador no es reductible a la contraprestación por un servicio prestado, sino que debe responder a las necesidades del trabajador y también a las de su familia, pues el trabajo no es un “factor más” del proceso productivo.

(...)

Por otra parte, tampoco hay que olvidar la otra cara de las necesidades: éstas son mucho más que “carencias”. En efecto, en la medida en que las necesida-des comprometen, motivan y movilizan a las personas son también potencialidades y pueden llegar a ser recursos; así la necesidad de participar es potencial de participación y militancia comunitaria, etc.

(...)

Además de “necesidades”, los seres humanos también tenemos “intereses”. Estos últimos son muy respetables, pero no son dignos del mismo nivel de protec-ción jurídica que las primeras. Con frecuencia se recogen en la legislación bajo el formato de “intereses legítimos” y gozan de tutela legal, pero no debieran tener la misma intensidad que las necesidades. En caso de conflicto entre ambas categorías, inequívocamente deben sacrificarse los intereses a las necesidades.

(...)

En otro plano, los “deseos” son merecedores de respeto, pero más difícilmente tienen traducción jurídica y, desde luego, nunca pueden tener primacía sobre las necesidades, los derechos humanos o los intereses legítimos.

martes, 18 de diciembre de 2012

Navidad, época de dar

La Navidad una época del año que, a algunos, hace más sensibles. En esta época muchos hablan de “dar al que no tiene”, “dar al pobre” ¿darle qué? Suelen ser juguetes, ropa (mayormente usada), comida o cualquier otro tipo de regalos. Dados con la mejor intención.

Me pregunto ¿qué pensarán las personas de escasos recursos de esta época de dar? Época de recibir de quienes tienen posibilidades económicas algunos regalos al año. ¿Qué pensarán de esta caridad muchas veces temporal?

Me gustaría que esta época de dar permaneciera a lo largo de año, que fuera permanente. Que todo el tiempo quienes tienen quieran compartir. Pero no juguetes, comida, regalos; sino compartir lo que saben, compartir lo que se les ha dado por su condición de “tener”. Compartir la misma lucha contra la miseria. Compartir la indignación ante la desigualdad. Pasar de la caridad, a la auténtica solidaridad.

Y desde luego ¡recibir! Ser más ambiciosos y no quedarnos con el “gracias” o la sonrisa del que no tiene nada y se ve obligado a depender del otro para pasar una Navidad con algo para su familia. Deseemos recibir del más excluido su conocimiento y su fuerza para luchar diariamente. Recibamos esta fuerza, este conocimiento, como un tesoro que nos dará la clave para avanzar hacia la liberación del pobre de la ignorancia, de la dependencia, de la soledad.

Así que ¡Feliz Navidad! ¡Feliz año nuevo! ¡Feliz inicio de una sociedad solidaria!

Linda García
Guatemala

jueves, 13 de diciembre de 2012

¿Qué cara tiene la pobreza?

(en New Mexico- USA)

Hace un par de semanas tuve una charla muy interesante. Algo así como “quién eres tú , te diré quién soy”
Las preguntas fueron fluyendo y las respuestas brotando, hasta que llegó una que me tomó tiempo responder.

- En tu país hay mucha pobreza, … y ¿estás aquí para apoyar a los pobres de este país?
- Si es así. La pobreza está en todas partes, en los países del sur o el norte, destroza la vida de las personas casi del mismo modo ...hasta el punto de que su existencia no nos afecta.

Mientras respondía me preguntaba a mí misma y ¿Cómo y dónde se ve la pobreza en un país desarrollado? No me siento capaz de responder  en unas cuantas frases, así que iré mencionado algunos aspectos  que me dan trocitos de respuesta. 

Mi primera observación es que no podemos definir a la pobreza con las mismas medidas que se toman en los países en vías de desarrollo. La pobreza en este país tiene un rostro diferente y otra manera de mostrarse.

-Los medios materiales son una pista falsa a seguir, la capacidad de adquisición es mayor que en los país del sur, lo que hace que sea también mucho más fácil acceder a artículos de segunda mano.

-Son gente que tiene entre dos o más trabajos, y a pesar de tanto esfuerzo no pueden cubrir su necesidades básicas de comida, vivienda, salud,educación.

-Hace ya un par de meses que conozco a Deysi. Al principio me parecía una joven de mal carácter, agresiva de vez en cuando. Más la voy conociendo y más me sorprende su fortaleza para seguir adelante. Su familia no tiene una vivienda, ella y su madre van buscando, como pueden, un refugio para cada día, cada semana, todo el tiempo.

-Una tarde en el supermercado me crucé con una joven mujer que tenía dos niños, con dos trabajos que la ocupan de 7 a 7. Me preguntó si yo necesitaba una niñera en las noches... “Si sabe algo me avisa, necesito cubrir las facturas de salud de mi niño”

-La obesidad. Debido a que la malnutrición está presente en la mayoría de los hogares de familias pobres, los padres no tienen los medios para brindar a sus hijos comida saludable. Cerca de donde vivo hay muchos pequeños moteles, baratos, al frente un pequeño supermercado. A veces cuando paso por las noches por ahí, me cruzo con familias que viven en estos moteles, sin una “vida propia”, están obligados a comprar solo comida enlatada.

-Pero la cara más dolorosa de la pobreza es la actitud de una persona quebrada en su conciencia, incapaz de diferenciar entre lo real y lo irreal, muchos de ellos han vivido desde siempre en la soledad y el desamparo.

Por estas tierras la pobreza puede ser la entrada al oscuro túnel de la soledad, tan profundo y oscuro que la existencia social va cayendo en el olvido.

Charo Carrasco Cuba
New Mexico - USA

lunes, 3 de diciembre de 2012

Para ser legal primero ser ilegal


derecho a la identidad


Hace unos días estuve mirando una película donde una mujer drogadicta quería rehabilitarse pero que después de ser rechazada en un centro por no presentar síntomas claros, le decía a su hijo “me están diciendo que para rehabilitarme tengo que intoxicarme primero”...

Volviendo a la realidad, me doy cuenta de que para la gente pobre, la regla siempre ha sido ésta: para ser legal, primero tienes que ser ilegal.

Recuerdo a nuestros vecinos en Guatemala que venían a pedirnos prestado la factura de luz, como prueba de un domicilio fijo, para obtener trabajo; a aquellos jóvenes en Bolivia que me pedían alterar la copia de sus certificados de nacimiento para pretender mayor edad y así conseguir trabajo, y aquella madre en Perú que tuvo que obtener un contrato de trabajo falso para poder ingresar a su hijo al seguro nacional de salud.

Y aquí en Manila, descubro que la gente muy pobre se ve obligada a cambiar de nombre, de identidad por acceder a ciertos esporádicos beneficios.
Si para recibir 5 kilos de arroz se necesita un documento que acredite que la persona es menor de edad, los jóvenes buscarán ese documento y escribirán 16 ó 17 años. Que si para obtener una beca para tus hijos, tienes que haber votado en las últimas elecciones, ya se encargará la gente de conseguir el documento falso de votante. La necesidad obliga. Las normas te obligan!!

En Manila, para obtener un pasaporte se pide como requisito el certificado de nacimiento y un documento válido de identidad, pero cuál documento?

  • Carnet de votante
  • Carnet de Seguro Social digitalizado
  • Carnet de conductor
  • Carnet de contribuyente digitalizado, y otros
Cuál de estos documentos puede conseguir una persona muy pobre que en el peor de los casos no tiene siquiera un Certificado de Nacimiento. Cuál?

Obtener un pasaporte en Manila se vuelve entonces, para la gente pobre, como en la película, un paso primero por la ilegalidad para luego volverse legal.

La gente pobre que quiere trabajar en el extranjero, los jóvenes que han recibido una beca para estudiar afuera, tendrán que primero conseguir uno de esos documentos, tendrán que primero volverse ilegales para al final obtener su pasaporte.

Este y muchos otros casos es una clara muestra de que el sistema de Gobierno no toma en cuenta a todos los sectores sociales ni todos los contextos a la hora de implementar políticas sobre un tema tan importante como es el derecho a la identidad.

Un derecho básico que influye tanto en los otros derechos como salud, trabajo, protección, participación ciudadana, etc.


Susana Huarachi Quispe
Manila – Filipinas